Educación Física y Ciencia, vol. 25, nº 2, e257, abril - junio 2023. ISSN 2314-2561
Universidad Nacional de La Plata
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Departamento de Educación Física

Artículos

Racionalidad y prácticas corporales. La cultura física peronista y las prácticas-espectáculo de gestión empresarial

Federico Mattone

Universidad Nacional de La Plata, Argentina
Cita sugerida: Mattone, F. (2023). Racionalidad y prácticas corporales. La cultura física peronista y las prácticas-espectáculo de gestión empresarial. Educación Física y Ciencia, 25(2), e257. https://doi.org/10.24215/23142561e257

Resumen: Características como hegemonía, tradición o valores de un deporte, gimnasia o danza particular no pueden explicarse por sí mismas. Es necesario interrogar el marco cultural y contexto socio-histórico que, siempre es particular en cada manifestación de la práctica. Por ello, este ensayo tiene por objetivo mostrar y contrastar dos racionalidades opuestas que sostuvieron –y sostienen– formas de hacer, decir y pensar cuyo objeto es el cuerpo: los Juegos Evita de la cultura física peronista y las prácticas-espectáculo de gestión empresarial, con especial referencia al crossfit. Se toman como ejes las sociedades disciplinares y de control (Foucault, 1991; Deleuze, 1991), el deporte y sus procesos de consolidación (Elías y Dunning, 1992; Bourdieu, 1985), estudios sociales del gobierno y movimiento peronista (Orbuch, 2020; Galak y Orbuch, 2017; Panella, 2019), y teorías de la gubernamentalidad neoliberal (Landa, 2021; Rose, 1992; Sointu 2005).

Palabras clave: Prácticas corporales, Racionalidad, Lógica interna, Cultura física, Guvernamentalidad neoliberal.

Rationality and corporal practices. Peronist physical culture and business management show-practices

Abstract: Characteristics such as hegemony, tradition, or values ​​of a particular sport, gymnastics, or dance cannot be explained by themselves. It is necessary to delve into the cultural framework and socio-historical context that is always particular to each manifestation of these practices. For this reason, this essay aims to show and contrast two opposing rationalities that sustained—and still sustain—ways of doing, saying and thinking centered in the body: the Juegos Evita of the Peronist physical culture and the show-practices of business management, with special reference to crossfit. Disciplinary and control societies (Foucault, 1991; Deleuze, 1991), sport and its consolidation processes (Elías and Dunning, 1992; Bourdieu, 1985), social studies of the Peronist government and movement (Orbuch, 2020; Galak and Orbuch, 2017; Panella, 2019), and theories of neoliberal governmentality (Landa, 2021; Rose, 1992; Sointu 2005) are the central axes of this study.

Keywords: Corporal practices, Rationality, Intern logic, Physic culture, Neoliberal governmentality.

Racionalidade e práticas corporais. A cultura física peronista e as práticas-espetáculo do gerenciamento de empresas

Resumo: Características como hegemonia, tradição ou valores de um determinado esporte, ginástica ou dança não podem ser explicadas por si só. É necessário questionar a estrutura cultural e o contexto sócio-histórico, que é sempre particular a cada manifestação de prática. Portanto, este ensaio tem como objetivo mostrar e contrastar duas racionalidades opostas que sustentaram - e sustentam - formas de fazer, dizer e pensar que têm o corpo como objeto: os Juegos Evita da cultura física peronista e as práticas de espetáculo do gerenciamento de empresas, com referência especial ao crossfit. Tomamos como eixos as sociedades disciplinares e de controle (Foucault, 1991; Deleuze, 1991), o esporte e seus processos de consolidação (Elías e Dunning, 1992; Bourdieu, 1985), os estudos sociais do governo e do movimento peronista (Orbuch, 2020; Galak e Orbuch, 2017; Panella, 2019) e as teorias da governamentalidade neoliberal (Landa, 2021; Rose, 1992; Sointu 2005).

Palavras-chave: Práticas Corporais, Racionalidade, Lógica Interna, Cultura Física, Governamentalidade Neoliberal.

Introducción

Para el abordaje profundo de las prácticas corporales no alcanza con analizar sus elementos estructurales o su llamada lógica interna (Parlebas, 2001; Crisorio, 2001). Es más, características como la hegemonía, tradición o los valores en un deporte, gimnasia o danza particular, no pueden explicarse por sí mismas. Es necesario interrogar el marco cultural y contexto socio-histórico que, siempre es particular en cada manifestación de la práctica. Por ello, este ensayo tiene por objetivo mostrar y contrastar dos racionalidades opuestas que sostuvieron y sostienen formas de hacer, decir y pensar cuyo objeto es el cuerpo (Lescano, 2020).

Para que el contraste sea más evidente se tomarán dos prácticas deportivas. Por un lado, los Juegos Evita, evento deportivo que tiene lugar en nuestro país desde el año 1948. Su racionalidad discursiva más densa se halla durante los gobiernos peronistas, con una fuerte impronta de sentidos cívicos y públicos. Una racionalidad colectiva.

Por otro lado, y bajo un discurso diametralmente opuesto, se hayan las prácticas-espectáculo contemporáneas, como los deportes tradicionales adjetivados como modernos, o el caso del crossfit, un método de entrenamiento deportivizado. Su lógica se estructura en el individuo y la gestión del sí mismo, su tiempo y su cuerpo; la responsabilidad individual pasa asumir sus triunfos y sus fracasos. Lógica que también estructura a los deportes de conjunto, en ellos prevalece la mitología del individuo por sobre el equipo, se mencionaran una serie de ejemplos.

Se toman como ejes del ensayo a las sociedades disciplinares y de control (Foucault, 1991; Deleuze, 1991), el deporte y sus procesos de consolidación (Elías y Dunning, 1992; Bourdieu, 1985), estudios sociales del gobierno y movimiento peronista (Orbuch, 2020; Galak y Orbuch, 2017; Panella, 2019), y teorías de la gubernamentalidad neoliberal (Landa, 2021; Rose, 1992; Sointu 2005). Entre otros autores, se puede afirmar que las prácticas se construyen y sostienen en vocabularios, técnicas, discursos y saberes, los cuales tienen efectos de verdad sobre los sujetos y los cuerpos.

Materiales y métodos

Se optó por una construcción conceptual a partir de una comparación de archivos (Neiman y Quaranta, 2006). Ambos casos fueron abordados narrativamente mediante un análisis documental, desde una perspectiva genealógica. Tanto el movimiento peronista como la gubernamentalidad neoliberal no son paradigmas totalizantes de las prácticas, solo refieren a saberes que pueden enmarcarse en un mismo sistema de pensamiento. Por ello, es una decisión metodológica no solo incluir las fuentes primarias sino también las relaciones del momento histórico.

Sobre los documentos a analizar se tomaron como fuentes primarias aquellas declaraciones realizadas de manera institucional, así como también la prensa oficial. En el primer caso se destacan revistas (Rubio, 1950), sesiones del poder legislativo (1954) y discursos del poder ejecutivo (Perón, 1986). En el segundo caso las fuentes continúan actualizándose año a año, ya que refieren al conjunto de manuales y reglamentos que rigen las prácticas deportivas contemporáneas, con especial referencia al crossfit (2021).

Teniendo en cuenta las metodologías más utilizadas en el abordaje de hechos pasados, se seleccionó la más enriquecedora para nuestro análisis. Se contempló la historia de las ideas y la arqueología, la primera como identificación y conexión de hechos, y la segunda como una teoría de las condiciones históricas de posibilidad del saber (Castro, 2004). Para este ensayo se optó por la genealogía. Esta permite ampliar el horizonte de la arqueología, y evidencia las luchas de poder-saber contextuales. De esta manera, el foco se pone en las discontinuidades observables en las prácticas, y su condición ética. Esta profundización dada por un análisis contextual retrotraído es mucho más rica conceptualmente que la teorización en base a la historia de las ideas.

Resultados y discusión

Algunas precisiones conceptuales

Sobre el deporte mucho se ha producido y teorizado, tanto simbólica como científicamente, por lo que es necesario precisarlo. Desde un nivel epistemológico es prudente ubicarse del lado de las teorías constructivistas ya que, las prácticas deportivas no son intrínsecas a la humanidad, pueden rastrearse sus orígenes en la modernidad y adoptaron diversas manifestaciones en su devenir histórico (Elias y Dunning, 1992; Bourdieu, 1985; Velázquez Buendía, 2001).

Norbert Elías y Eric Dunning (1992) lograron condensar estas características socio-históricas cambiantes bajo su teoría del proceso civilizatorio. En ella, abordan la construcción del deporte a partir de la relación entre las prácticas de ocio y las relaciones sociales a lo largo del devenir histórico desde la modernidad. Por su parte, Pierre Bourdieu (1985) ordenó el deporte desde su teoría de los campos y los capitales. A nivel de teorías generales del deporte, los aportes de estos sociólogos pueden convivir con teorías de Michael Foucault, por ejemplo. Este trabajo es un ejemplo de su sinergia.

En la obra de Elías y Dunning el principal elemento analizado en las figuraciones (Elías, 1982) es la regulación de la violencia por parte de las sociedades en sus prácticas ociosas. Así como también son pertinentes las interdependencias con otras figuraciones, donde se asienta la racionalidad del contexto socio-histórico. Algunos ejemplos de figuraciones son el sistema económico nacional e internacional, las instituciones estatales o el marco legislativo mismo.

La racionalidad se entiende como lenguajes, técnicas, discursos y saberes que operan como efectos de verdad sobre los sujetos (Foucault, 2008). Efectos de verdad que pueden tomar múltiples direcciones, para este trabajo se contrastaran aquellos que operan sobre los sujetos fomentando un sentido de pertenencia colectivo en oposición a aquellos que responsabilizan a cada sujeto de su autogestión individual.

“’Digamos que no se trata de juzgar las prácticas con la vara de una racionalidad que haría apreciarlas como formas más o menos perfectas de racionalidad, sino más bien de ver cómo las formas de racionalización se inscriben en las prácticas o en los sistemas de prácticas, y qué papel desempeñan en éstas. Porque ciertamente no hay ‘prácticas’ sin un determinado régimen de racionalidad’. Como vemos, para Foucault la racionalidad tiene ante todo un sentido instrumental: modos de organizar los medios para alcanzar un fin” (Foucault en Castro, 2004).

Así es que podemos construir tres niveles de análisis para las prácticas corporales. El primero, a nivel macro, es la racionalidad contextual, siendo producto de las tensiones entre los sistemas de pensamiento paradigmáticos del momento socio-histórico. Hacia dentro de las mismas encontramos las condiciones de la práctica, o condiciones de competencia en el caso del deporte (Mattone, 2022). Referidas al conjunto de regulaciones institucionales que adaptan el reglamento internacional a las particularidades de la región. Por último, y como más analítico, se destaca la lógica interna de la práctica. Lógica interna que da cuenta de su coherencia reglamentaria, sus situaciones de juego y sus acciones recurrentes.

La racionalidad colectiva y el paradigma del deporte peronista

A partir de 1946 en Argentina se estructuró el movimiento político-social peronista, cuya bandera fue la democratización del bienestar (Torre y Pastoriza, 2002). Un eje fuerte de la narrativa del gobierno fue la cultura física y las políticas públicas en torno a ella.

La cultura física, en su uso epocal y contextual, refirió a la relación de la sociedad con las prácticas que toman por objeto al cuerpo. Si bien tuvo referencias a la Educación Física como disciplina educativa, la excedió en muchos ámbitos. En palabras del investigador Iván Orbuch (2020), la cultura física abarcó la definición del tiempo libre, el ocio, y el tipo de cuerpo que debían tener los argentinos, en sintonía con el plano internacional.

El peronismo entendió a la cultura física como medio y como fin dentro de su doctrina, siendo el deporte su mayor exponente narrativo. Como se expuso anteriormente, el deporte en sí mismo está carente de valores, sentidos o una racionalidad esencial propia. Por lo que siempre es caracterizado simbólicamente por el discurso que lo sostenga –u oculte–. Los gobiernos peronistas aunaron los valores cívicos en estas prácticas corporales competitivas. Jóvenes fuertes, sanos y atléticos (Perón, 1986). Deportistas sacrificados, valientes y de carácter fuerte (Rubio, 1950). Practicas inclusivas, representativas y federales (Cámara de Diputados, 1954).

Las prácticas deportivas bajo la narrativa peronista pueden abordarse desde dos grandes situaciones, desde los torneos nacionales y desde los héroes deportivos, destacados en el circuito internacional. Ambas articulan el sentido de pertenencia regional con la representatividad nacional; anclados sentimentalmente al ascenso social de los sectores populares (Panella, 2019). A su vez, el concepto de cuerpo se alinea a estas formas de pensar, hacer y decir el deporte. “Desde la óptica peronista, el ejercicio anárquico de las libertades individuales “lesiona” el cuerpo social mismo” (Galak y Orbuch, 2017, p.185). El cuerpo social es el cuerpo parámetro tanto regional como patriótico, exhibido al mundo en parte por los deportistas de alto rendimiento. Y en este punto radica el nudo de la racionalidad peronista, el deber ser del ciudadano argentino implica un compromiso corporal con la representación patriótica del deportista nacional: fuerte, sano, atlético, sacrificado, valiente, en un deporte inclusivo, representativo y federal.

Una aclaración, la narrativa del cuerpo social o cuerpo colectivo no implica la intencionalidad epistemológica de entender al cuerpo como construcción social. Ya que esta narrativa, y en consonancia con el contexto socio-histórico, parte de una concepción cartesiana del organismo físico y el alma. Los mayores exponentes se dan en las gimnasias institucionalizadas, donde el cuerpo orgánico es el objeto a cultivar y desarrollar en pos de una moral cívica. Mens sana in corpore sano decían los antepasados griegos, mens sana in corporeperonista diría un descamisado.

Es interesante como todos los medios discursivos se concentraron en la niñez y la juventud. Bajo la premisa de privilegiar a la niñez se apostó por la Educación Física y las competencias deportivas como dispositivos disciplinares para su construcción física y moral. De esta manera, la racionalidad que atraviesa las prácticas corporales se manifestó discursivamente tanto en producciones simbólicas informales como institucionales. Caso paradigmático fueron los Campeonatos Infantiles Evita, un evento deportivo catalogado como inclusivo, representativo y federal (Panella, 2019). Partiendo de la asistencia a los clubes en cuanto a equipamiento, viáticos de transporte, alojamiento y comida. Su difusión, reglamentos, financiación y propaganda remarcan explícitamente las características simbólicas que debe representar un deportista nacional.

Los Campeonatos Infantiles Evita comenzaron a practicarse en el año 1948, continúan en vigencia como Juegos Evita, pero hasta 1955 se lo reconoce como su periodo de más representativo. La propuesta nació con la idea de generar un movimiento deportivo infantil masivo, en principio solo futbolístico. La financiación estuvo a cargo de la Fundación Eva Perón, la cual obtenía fondos de impuestos sindicales, comerciales y a la recreación.

Desde lo institucional, podemos encontrar tanto los discursos oficiales de los mandatarios como también los fundamentos sostenidos en las sesiones legislativas, por ejemplo, en cuanto al presupuesto destinado a los campeonatos infantiles.

“…el equipo que obtenga el triunfo representará en conjunto a toda la niñez argentina, pues en este campeonato infantil no hay vencidos ni vencedores; solamente existe el esfuerzo de ustedes, de todos los niños argentinos, que han jugado tratando con su entusiasmo y voluntad de dar brillo a este campeonato” (Perón, 1986: 195).

“Los campeonatos que dieron durante el año que pasó, las pautas de las enormes posibilidades de la juventud y la niñez argentinas cuando la acción conjunta de las fuerzas de la sociedad les entrega los elementos imprescindibles para su formación física y moral” (Cámara de Diputados, 1954, p. 5).

El concepto de la representatividad opera a lo largo de toda la racionalidad peronista. Se aleja del triunfo como distinción individual, y se resalta el logro colectivo. Ya que en el triunfo se encuentra cierto orgullo por el mejor representante del conjunto. Opera una suerte de promesa de representación de la institución nacional y de sus valores.

Por su parte, el acompañamiento de todos los poderes gubernamentales habla de la gran consideración sobre la cultura física, la formación de ciudadanía en las edades tempranas y la acción de las fuerzas sociales para colaborar con ello. Un trabajo en conjunto, colectivo, por un medio físico para un fin cívico-moral. Y en este sentido se consolida la cultura física como medio y como fin, como medio para cultivar la moral ciudadana y como finalidad de sentido de pertenencia colectivo. Se remarca también un esfuerzo por expandir la cultura física de manera popular. Esta estrategia política buscaba facilitar, mediante la estatización en algunos casos, aquellos espacios deportivos considerados de élite, como el tenis o el golf (Almada, 2020). Una vinculación del sector público y privado en pos de una democratización de las prácticas deportivas.

Los discursos institucionales estuvieron reforzados también por la producción simbólica no-científica, como las revistas de época. Particularmente, en cuanto a la niñez y los Campeonatos Infantiles Evita, se encuentran Mundo Deportivo y Mundo Infantil. Las cuales, desde una narrativa oficialista, cubrían los eventos deportivos, políticas públicas y las hazañas de los héroes deportivos, en pos de la racionalidad del cuerpo social.

“Clases de gimnasia preparan en los niños de hoy a los pujantes jóvenes del futuro. (…) Y los deportes les brindan la expansión necesaria, y los prepara moral y corporalmente para la lucha por la vida. (…) Dar a ese dinero tal destino, y transformarlo en alegría y justicia para los niños argentinos es otra de las grandes conquistas del gobierno justicialista del General Perón (Rubio, 1950, p. 15).

Como bien destaca Cecilia Elena Almada (2020), los campeonatos fueron un recurso de convocatoria de masas. Constituyeron una gran excusa para lograr introducir estrategias de evaluación aplicadas a sectores que hasta ese momento no tenían acceso a la práctica deportiva ni a controles epidemiológicos. Fueron, por lo tanto, una política eficaz para el fin eugenésico, brindando a una fuente de información de difícil acceso hasta el momento.

Así, un elemento central de estas competencias fue el control de la salud mediante dispositivos biomédicos. En contacto con la Secretaría de Salud Pública, durante los Campeonatos Infantiles se llevaron a cabo controles sanitarios. Estos incluían exámenes antropométricos, clínicos y radiográficos que se les practicaban previos a la competencia. Sostenidos a lo largo de las ediciones siguientes se consolidó como un espacio de seguimiento de la salud de la población infantil, un dispositivo disciplinario, en palabras de Michael Foucault (1991).

Foucault encuentra una serie de relaciones entre las subjetividades o racionalidades individuales y los dispositivos de control o formas de organizar el poder. Podemos encontrar así, en la gubernamentalidad peronista, ciertos elementos de una sociedad disciplinaria que toma como un dispositivo central a la cultura física. Y no es puntualmente la exacerbación de los deportes y las gimnasias lo que caracteriza a la cultura física, sino los sistemas de pensamiento en los que se sostiene, especialmente en las narrativas donde se asocian características simbólicas que estas prácticas no poseen intrínsecamente, pero que así se las construye. Como es el caso de los Campeonatos Infantiles Evita, en los que opera una medicina de la normalización, o los deportistas exitosos en el ámbito internacional; que construyeron el ideal moral junto a la prensa oficialista, reforzando los discursos con sus enunciados sistemáticos. Instituciones, discursos, formas de hacer, pensar y decir que operan a través del deber ser ciudadano, no sobre este. Entre lo dicho y lo no dicho.

La racionalidad individual y el paradigma del deporte empresa

Caso diametralmente opuesto son las prácticas que toman por objeto al cuerpo que se estructuran en torno a la racionalidad individual o neoliberal. El sujeto, el cuerpo y los valores simbólicos de las mismas persiguen lógicas capitalistas, tecnológicas (Deleuze, 1991; Landa, 2021) y empresariales (Rose, 1992). En particular los deportes y las gimnasias oscilan entre su forma como espectáculo y como estilo de vida. Antes de profundizarlas es necesario revisar su relación con las formas de poder.

Avanzando sobre la teoría de los dispositivos de Michael Foucault encontramos que fue complejizada por diversos científicos sociales en pos de explicar discursos y prácticas contemporáneas. Gilles Deleuze (1991) desarrolla el concepto de sociedades de control, como dispositivo superador de la gubernamentalidad de las sociedades disciplinares. Un cambio disruptivo es el ordenamiento de los dispositivos en modulaciones continuas en vez de instituciones-módulos. Cuando habla de modulaciones Deleuze se refiere a ciertas estrategias cambiantes y autodeformantes que sitúan a los individuos como gestores de sus exigencias. La formación continua, en oposición a los niveles educativos acabados; la autoevaluación permanente, como superación de la evaluación externa; o la competencia interna, contraria al modelo fabril fordista, son algunos ejemplos de ello. Así, el orden de los dispositivos se aleja de la normalización institucional.

Este cambio está sostenido tanto por una evolución tecnológica como por una mutación del capitalismo (Deleuze, 1991, p. 3). Evolución tecnológica que abarca todas las dimensiones sociales, desde la hiperconectividad, la globalización y el pluralismo de sentidos; pasando por los avances científicos y los dispositivos de gubernamentalidad. Un punto crítico sobre la mutación del capitalismo es la consolidación de la acumulación ilimitada de capital como modulación. Acumulación que opera como bien simbólico. Y respecto al capital, este no refiere solo a la cuantificación económica; en consonancia con Pierre Bourdieu (1985), el capital puede ser también intelectual, académico, simbólico y hasta físico, el cual en estas prácticas se vuelve determinante.

El paradigma de la salud-bienestar en esta racionalidad también sostiene una lógica capitalista. La salud, entendida como capital, es mejorable; y esta mejora está marcada por las decisiones que toma el individuo. Es decir, el estilo de vida, el bienestar o wellbeing es producto del conjunto de decisiones que toma un sujeto para con su tiempo, su cuerpo y su economía:

“En otras palabras, el bienestar tradicional de un ciudadano en un estado nacional -producido y conceptualizado a través de estrategias institucionalizadas de gobierno nacionales- ha sido eclipsado por un creciente énfasis del bienestar producido por el propio consumidor” (Sointu, 2005, p. 2).

El eje salud-bienestar es entonces sostenido por un discurso biomédico, al igual que en las sociedades disciplinares, pero con el individuo activo como garante de ello, la unidad básica de las sociedades de control. Y bajo el ala de la salud, desde su invención en la modernidad, se encuentra la Educación Física como disciplina escolar.

Respecto a la lógica empresarial en las prácticas corporales, el concepto se construye en dos direcciones. Por un lado, las prácticas como campo laboral, como posibilidad de hacer una carrera profesional en él. Y, por otro lado, como objetos de consumo y capitalización, tanto espectadores como practicantes amateurs. En ambos casos opera la gestión del sí mismo (Landa, 2021), con énfasis en la corporalidad, como modulación.

Un gran ejemplo es el crossfit, por ser una práctica y empresa contemporánea, “el deporte del fitness” (Glassman, 2021). El crossfit se estructura en esta racionalidad individual tanto en sus manifestaciones competitivas como en su modalidad como gimnasia. Salud, fitness, atletismo, estilo de vida y comunidad, son sus pilares declarados. Vale aclarar que las prácticas deportivas de modalidad individual no implican necesariamente una racionalidad individual o empresarial. Es fundamental diferenciar su lógica interna de su racionalidad contextual.

En el lenguaje del crossfit no hay profesores, educadores, alumnos o pasatiempo; solo coachs, rendimiento y atletas. La palabra atleta, cargada de un fuerte sentido simbólico, busca la excelencia en la práctica: “¿Puedo gozar de una excelente salud sin ser un atleta? ¡No!” (Glassman, 2021, p. 8). Adentrándonos en su lógica interna como gimnasia, se evidencia la racionalidad individual en dos direcciones: el culto al atleta exitoso y la autogestión de los esfuerzos. Sucede que, en la mayoría de los wods (el entrenamiento del día), la dosificación de las cargas no prescribe todos sus componentes. Es así que, la elección del peso del equipamiento, la intensidad o la velocidad de ejecución de los ejercicios quedan librados al saber o la experiencia del atleta. Decisiones individuales, mejorables.

Por otra parte, se encuentra el culto a los atletas referentes, muchos de ellos militares, siendo que el crossfit nace desde un grupo de entrenamiento del ejército estadounidense. Por lo que, hay una serie de wods que llevan el nombre de atletas consagrados o militares caídos en combate. Además de la alta exigencia física estas metodologías cargan con un simbolismo extra, el respeto y culto a aquellos héroes, parte del lenguaje propio de la práctica:

“La guía del sí mismo ya no es dependiente de una autoridad moral como la religión o la tradición; esta ha sido asignada a ‘expertos de la subjetividad’ que transfiguran preguntas existenciales sobre el propósito de la vida y el sentido del sufrimiento en preguntas técnicas sobre las maneras más efectivas de gestionar los errores y mejorar la ‘calidad de vida’” (Rose, 1992, pp. 1-2).

Así, las prácticas corporales, y sus practicantes expertos, se vuelven modelos identificatorios y referentes morales para los individuos. Individuos que no son meramente espectadores-consumidores. Ya que, sostiene Alain Ehrenberg (2010), los atraviesa una mitología de la autorrealización, la cual implica acciones activas para transitar ese heroísmo por sí mismos.

Muchos de estos códigos se pueden observar también en deportes de equipo. Daniel Añorve Añorve (2016) sostiene que, sumado a la globalización, el principal efecto de esta racionalidad postmoderna es la volatilidad de los actores sociales del deporte en cuanto a sentidos de pertenencia institucionales. Volatilidad que involucra tanto a los deportistas profesionales y sus decisiones laborales, como a los espectadores y deportistas amateurs.

Un caso interesante es el de la Asociación Nacional de Básquetbol de Estados Unidos (NBA, de ahora en más), la cual presenta una creciente volatilidad en el mercado de pases a diferencia de sus orígenes. Una situación ejemplificadora se dio en el llamado All-Stars Game, un evento-espectáculo donde participan los mejores jugadores de la liga. Históricamente los equipos se conformaban con un criterio geográfico, el este vs el oeste, misma estructura que ordena el calendario de la NBA. La edición del año 2020 contó con un giro estructural, donde el criterio de identificación de los equipos fueron dos super-estrellas, el equipo de Lebron James vs el equipo de Giannis Antetokounmpo.

Bajo esta racionalidad pueden interpretarse muchas prácticas deportivas contemporáneas. El fútbol como fenómeno global, los Juegos Olímpicos y los e-sports son algunos casos interesantes para analizar, por su potencia social y como objeto de consumo. Es que, las características y valores morales que se le pueden atribuir a éstas son contrastables con otras racionalidades. Ya que, su lógica interna no difiere de otras prácticas corporales de su categoría.

Punto a punto

Sin lugar a dudas, en lo que respecta a niveles teóricos para analizar prácticas corporales, la racionalidad es el más complejo. Sencillamente porque no hay una estructura o un número limitado de elementos para abordar, se trata de un conjunto de saberes que pueden encasillarse dentro de un mismo sistema de pensamiento. Por ello es responsabilidad del investigador ampliar su análisis para no sesgar este sistema de pensamiento donde se enmarca esa práctica.

Es más, es destacable la heterogeneidad contemporánea de racionalidades en cuanto a prácticas corporales. Al no tratarse de paradigmas totalizantes pueden observarse tensiones, combinaciones y hasta contradicciones en ciertas manifestaciones. Los dos casos abordados en este trabajo, si bien opuestos, no llegan a representar o posicionarse como extremos. Sí se pueden construir conclusiones contrastando ciertos elementos de ambos. Los cuales pueden servir como referencias para analizar otras prácticas corporales, eventos-espectáculos o políticas públicas.

La cultura física peronista ofrece un discurso explícito y acabado, por lo que encontrar recurrencias no es un problema. La otra gran fuente de análisis son sus tensiones político-partidarias. Por su parte, la racionalidad neoliberal y las prácticas corporales de gestión empresarial son abordables desde sus modulaciones, las cuales implican una tensión en sí mismas.

El cuerpo de las prácticas corporales en la racionalidad peronista representa tanto un derecho como una responsabilidad civil. Apoyadas en un aparato estatal, estas pueden leerse como dispositivos disciplinares. Así es que, “el organismo individual es considerado responsabilidad de cada uno de los individuos, y complementariamente el cuidado del cuerpo una irrenunciable obligación colectiva” (Galak y Orbuch, 2017, p. 187). La cultura física es entendida tanto como medio para cultivar la moral como espacio donde el sentido de pertenencia colectivo se encuentra y se festeja.

El cuerpo en la racionalidad neoliberal está capitalizado. Capital físico y simbólico, atravesados por diversas modulaciones, la acumulación ilimitada del mismo, por ejemplo. Las personas ya no son presentadas a sí mismas como ciudadanos sociales, sino como empresarios de sí mismos (Landa, 2021, p. 4). Es así que el cuerpo no está interpelado por una normalidad social o una coerción, sino que es atravesado por la modulación autogestiva.

En la cultura física peronista “lo deportivo se asocia directamente con lo estatal, con la salud y con lo local (en este caso particular, con lo argentino)” (Galak y Orbuch 2017, p. 186). Lo estatal se concreta en la centralización institucional de las políticas deportivas, con la Educación Física como disciplina escolar, y por fuera los clubes, las colonias de vacaciones, las plazas de ejercicios físicos o los mismos Juegos infantiles Evita. Institucionalización interpelada como un dispositivo biopolítico en clave de salud poblacional, ciudadanos sanos, fuertes y atléticos. Y el doble eje regional-nacional que mediante la propaganda y el discurso oficialista define el valor simbólico del deber ser corporal argentino.

Ahora bien, en la racionalidad neoliberal lo deportivo es tanto espectáculo como estilo de vida. Ambas manifestaciones comparten sentidos: el rendimiento como valor capital de la salud y el bienestar, el heroísmo individual y la autorrealización como constante. Las prácticas deportivas se vuelven entonces espacios narrativos para una mitología de la autorrealización (Ehrenberg, 2010).

La figura de héroe deportivo aparece en ambos casos, pero como representantes de sentidos distintos. Mientras que en la cultura física peronista se representa una institución y moral unificada, que celebra el ascenso social y la excelencia patriótica; en la racionalidad neoliberal el heroísmo individual opera como un modelo identificatorio propio de ese deportista o práctica. Centralización versus pluralismo.

No se trata de caracterizar moralmente a las racionalidades, pero sí se puede resaltar sus tensiones internas. Un gran nudo de la cultura física peronista fue el cuestionamiento por la oposición partidaria. El principal argumento de los mismos fue la acusación de adoctrinamiento y propaganda a la doctrina oficialista (Panella, 2019). Así es que, en las prácticas corporales, se tensionan ciertos significantes, valores o sentidos asociados a una gestión gubernamental. Por ejemplo, la asociación entre amateurismo y la representación nacional, la pasión gestionada por el Estado.

Por su parte, la gran tensión de la racionalidad neoliberal se encuentra entre la pertenencia y la volatilidad. Las prácticas corporales son uno de otros tantos espacios donde se construye la identidad. Identidad que, como sostiene Eve Sointu, interpela la salud y el bienestar de los sujetos. Entonces, mientras que por un lado se encuentran ciertos sentidos, valores y significantes representados en una institución; por el otro se evidencia una pluralidad de opciones vinculares, sin una necesaria pertenencia que ancle a los sujetos. Por ello es una tarea importante revisar las racionalidades que atraviesan las prácticas corporales, no darlas por verdades, interrogarlas y construirlas.

“…si descubrimos que esta volatilidad se da en el lugar de trabajo, en los partidos políticos, en las relaciones de pareja, en los compromisos familiares, en las identidades y lealtades nacionales, entonces habría que pensar qué reacomodos institucionales, culturales y jurídicos tenemos que hacer para atender esta nueva realidad.” (Añorve Añorve, 2016, p. 332).

Conclusiones

Es indispensable definir de qué se habla cuando se nombra al deporte. Pues la potencia cultural que carga el objeto puede hacerlo pecar de democrático, cuando no es así. Hablar de deporte exige de cierta vigilancia epistemológica. Varias son las dimensiones en las que se puede analizar este objeto y sus relaciones son estrechas, lo que vuelve una necesidad atenderlas.

Deportes de equipo como el fútbol fueron ejes narrativos centrales para la cultura física peronista, siendo vehículos de valores colectivos, civiles, nacionales y regionales; también funcionaron como una estrategia política para ligar a toda la población. Sin embargo, deportes de equipo como el fútbol son ejes narrativos centrales en la racionalidad neoliberal, siendo vehículos de valores capitalistas –en diversas formas–, modulaciones como la autorrealización, como también la exacerbación del espectáculo por el rendimiento individual. Su lógica interna es la misma.

Por su parte, en competencias deportivas individuales como el atletismo o el automovilismo se forjaron héroes nacionales durante los periodos peronistas, caracterizados simbólicamente por el ascenso social desde los sectores populares. Lo mismo sucede en competencias individuales como el atletismo o el crossfit donde se forjan héroes internacionales, caracterizados simbólicamente por su esfuerzo y sacrificio personal que, en ciertos casos, significó un ascenso social desde los sectores populares. Su lógica interna es la misma.

Concluyendo, deporte carece de sentidos, valores o vicios, todas las características simbólicas que se le atribuyen responden al discurso que lo nombra. Por ello, la propuesta no pasa por iniciar una persecución contra los deportes, ni mucho menos idealizarlos; se trata de una invitación a estudiar las racionalidades que sostienen las prácticas deportivas. Reflexionarlas desde todos los niveles del sistema educativo; investigarlas, caracterizarlas y divulgarlas desde la academia; e interpelarlas desde la producción simbólica no científica.

Referencias bibliográficas

Almada, C. E. (2020). La cultura física como estrategia de ampliación de ciudadanía durante los primeros gobiernos peronistas. Los campeonatos infantiles Evita. EFEI (Educación Física Experiencias E Investigaciones), 6(5), 6-17. Recuperado a partir de https://revele.uncoma.edu.ar/index.php/revistaefei/article/view/2742

Añorve Añorve, D. (2016). El jugador volátil como reflejo de la cultura posmoderna: el caso del Club Morelia. Relaciones. Estudios de historia y sociedad, 37(147), 299-346.

Bourdieu, P. (1985). ¿Cómo se puede ser deportista? En Sociología y Cultura (pp. 193-213). México: Grijalbo.

Cámara de Diputados (1954). Alonso y otros acordando a la fundación Eva Perón la suma de 3.000.000 millones de pesos para la realización de campeonatos infantiles “Evita” y juveniles “Juan Perón”. Comisión de Presupuesto y Hacienda, sesión N°369. Buenos Aires: Imprenta del congreso de la Nación.

Castro, E. (2004). “Arqueología”, “Genealogía”. En El Vocabulario de Michel Foucault (pp. 24-158). Bernal: Universidad Nacional de Quilmes.

Crisorio, R. (2001). La enseñanza del básquetbol. Educación Física & Ciencia, 5, 7-36.

Deleuze, G. (1991). Posdata sobre las sociedades de control. En C. Ferrer (ed.), El lenguaje libertario II (pp. 277-283). Montevideo: Editoriales Nordan.

Elias, N. (1982). Sociología fundamental. Barcelona: Gedisa.

Elias, N. y Dunning, E. (1992). Deporte y Ocio en el proceso de la civilización. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Ehrenberg, A. (2010). ‘Introduçao: O emprendedor ou indivíduo común na era do heroísmo’; Cap. 1 ‘O esporte-aventura –nova maneira de se pensar’. En: O culto da perfomance. Da aventura emprendedora à depressão nervosa (pp. 9-43). Brasil: Idèias & Letras.

Foucault, M. (1991). El juego de Michel Foucault (entrevista con A. Grosrichard). En Saber y Verdad (pp. 171-202). Madrid: Editorial La Piqueta.

Foucault, M. (2008). El orden del discurso. Buenos Aires: Tusquets.

Galak, E. y Orbuch, I. P. (2017). Forjando cuerpos fuertes, sanos y peronistas. Los héroes deportivos de Avellaneda durante el primer peronismo (1946-1955). Cartografías del Sur:Revista de Ciencias Artes y Tecnología, 4. https://doi.org/10.35428/cds.v0i4.58

Glassman, G. (2021). Guía de entrenamiento del Nivel 1. Colorado: CrossFit LLC.

Gutierrez, E. (2007). Basquetbol argentino. 1956, donde habita el olvido. EFDeportes.com, 106.

Landa, M. (2021). Gubernamentalidad neoliberal y subjetividad emprendedora: una propuesta (heterogénea) de investigación sociocultural. En Autores varios, Haciendo cuerpos, gestión de vidas (pp. 69-98). Córdoba: Editorial UNC (en prensa).

Lescano, A. (2020). Problematizando la enseñanza de los deportes. En R. Crisorio, L. Rocha Bidegain y A. Lescano (Coord.), Enseñanza y educación del cuerpo (pp. 21-34). La Plata: Edulp

Neiman, G. y Quaranta, G. (2006). Los estudios de caso en la investigación sociológica. En I. Vasilachis de Gialdino (Coord.), Estrategias de investigación cualitativa. Buenos Aires: Gedisa.

Mattone, F. (2022). Básquetbol moderno: el discurso de la Confederación Argentina de Básquetbol (Tesis de posgrado). Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación para optar al grado de Magíster en Deporte.

Orbuch, I. (2020). Cultura física y peronismo. Democratización, sociabilidad y Propaganda. Buenos Aires: Imago Mundi.

Panella, C. (2019). Los Campeonatos Infantiles Evita: entre la inclusión social y la socialización política. En C. Panella y R. Rein, El deporte en el primer peronismo: Estado, competencias, deportistas (pp. 49-76). La Plata: Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Periodismo y Comunicación Social.

Parlebas, P. (2001). Juegos, deportes y sociedad. Léxico de praxiología motriz. Barcelona: Paidotribo.

Perón, E. (1986). Obras completas, 1949-1952 (2.ª parte). Buenos Aires: Megafón.

Rose, N. (1992). Governing the Enterprising Self. En P. Heelas and P. Morris (Comp.), The Values of the Enterprise Culture: The Moral Debate (pp. 141-164). London: Routledge.

Rubio, O. (1950). En la alegría del niño está la raíz de la grandeza del futuro. Revista Mundo Infantil, 14, 14-17.

Sointu, E. (2005). The rise of an ideal. Tracing changing discourses of wellbeing. Sociological Review, 52(2), 255-274.

Torre, J. C. y Pastoriza, E. (2002). La democratización del bienestar. En J. C. Torre (comp.), Los años peronistas (1946-1955) (pp. 54-80). Buenos Aires: Sudamericana.

Velázquez Buendía, R. (2001). El deporte moderno: Consideraciones acerca de su génesis y de la evolución de su significado y funciones sociales. Educación Física y Deportes, Buenos Aires, 7(36).

Recepción: 29 Noviembre 2022

Aprobación: 28 Febrero 2023

Publicación: 03 Abril 2023

ediciones_fahce
Ediciones de la FaHCE utiliza Marcalyc Sistema de Marcación, herramienta desarrollada con tecnología XML-JATS4R por Redalyc
Proyecto académico sin fines de lucro desarrollado bajo la iniciativa Open Access