Educación Física y Ciencia, 2009, vol. 11, p. 153-171. ISSN 2314-2561
Universidad Nacional de La Plata.
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Departamento de Educación Física.

Comunicación/Communication

Valoración de la Clase de Educación Física por Estudiantes de Sexto Grado de Primarias Públicas Estatales de la Ciudad de Colima, México

Assessment of Physical Education Class for sixth graders from Public Primary State of the City of Colima, Mexico

Mireya Sarahí Abarca Cedeño

María de Lourdes Covarrubias Venegas

Rosa Marcela Villanueva Magaña

Noé Navarro Ruiz

Universidad de Colima. Facultad de Ciencias de la Educación

Resumen
La actividad física se ha vuelto una práctica necesaria en nuestra vida actual, en la que hábitos asociados al sedentarismo y la mala alimentación, así como enfermedades como la obesidad y el estrés están amenazando el bienestar y la calidad de vida de la población.

Palabras clave: Educación física; Valoración; Actitudes; Educación básica

Abstract
Physical activity has become a necessary practice in our lives in these days, in which habits associated with sedentary lifestyles, poor nutrition, and diseases such as obesity and stress are threatening people's well-being and quality of life.

Keywords: Physical education; Evaluation; Attitudes; Basic education


1. Introducción

1.1 Justificación

La actividad física se ha vuelto una práctica necesaria en nuestra vida actual, en la que hábitos asociados al sedentarismo y la mala alimentación, así como enfermedades como la obesidad y el estrés están amenazando el bienestar y la calidad de vida de la población.

En México el sedentarismo disminuye los índices de hábitos saludables, señalando que el 16% de la población sufre obesidad (Jhon, 1993) y el 50% sobrepeso, esto hasta 1993, con claros incrementos en los últimos años. Con 44 millones de personas con estos problemas, México ocupa el segundo lugar en el mundo, sólo después de Estados Unidos. El Distrito Federal es la ciudad con mayor número de obesos en el mundo.

Colima, según datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP, El Universal, http://www.eluniversal.com.mx/cultura/51668.html , consultado el 25 de marzo de 2008), se ubica entre los primeros tres estados que registran mayor porcentaje de personas con obesidad en el territorio mexicano; en primero Coahuila, con 32.2%; segundo Tamaulipas, con 31.5% y nuestro Estado con 31.4%.

Por otra parte, cifras de la Secretaría de Salud muestran que actualmente los niños pasan un promedio de cuatro horas diarias frente al televisor, ocupados en videojuegos o navegando en la internet, actividades que suplen la práctica de actividad física necesaria para garantizar su salud; más graves aún son los datos brindados por el Instituto Nacional de Salud Pública que muestra en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 (INSP, 2007, http://www.insp.mx/ensanut/centroocci/Colima.pdf, consultada el 23 de junio de 2008), la prevalencia de sobrepeso y obesidad fue elevada en los diversos grupos de edad. Una tercera parte de los niños en edad escolar y más de un tercio de los adolescentes presentan sobrepeso u obesidad.

Vale la pena cuestionarse en qué medida las familias están contribuyendo en el incremento de esta problemática, pues muchos de nuestros hábitos y valores se aprenden al interior del núcleo familiar, principalmente a través de la imitación de los padres; pero también es importante indagar qué está sucediendo en las instituciones educativas, pues uno de los propósitos generales de la Educación Física que se imparte en las escuelas, según el Plan y Programas de Estudio (SEP, 1993: 154) vigente para nuestro país, es fomentar la práctica adecuada de la ejercitación física habitual, como uno de los medios para la conservación de la salud.

Si bien es cierto, las horas que la clase de Educación Física tiene dentro del plan de estudios son pocas, y en esta investigación no se abordarán los factores que pueden estar contribuyendo a que no se den o no se aborden apropiadamente, sin embargo es preciso preguntarse por qué los resultados en el desarrollo infantil no están siendo los deseables, pues en otra parte del documento Plan y Programas de Estudio, refiriéndose a la clase de Educación Física se afirma lo siguiente:

La educación física tiene una función muy importante en la orientación de los niños para el uso del tiempo libre. En realidad, solo una parte menor del tiempo que los niños dedican al juego físico y al deporte lo ocupa la escuela; de ahí la necesidad de que ésta contribuya a que las actividades autónomas de los niños sean más estimulantes y adecuadas al desarrollo de sus posibilidades. (SEP, 1993: 153).

Con este referente, caben entonces las siguientes preguntas, ¿es adecuado el enfoque otorgado a estas clases en la escuela?, ¿está siendo útil la práctica del docente para estos fines?, ¿hasta dónde los niños y las niñas se sienten identificados y por lo tanto comprometidos con la actividad física?, ¿de qué manera la práctica de la actividad física está impactando al desarrollo infantil?, ¿qué tanto están valorando nuestros pequeños estudiantes la clase de Educación Física?, estas son algunas preguntas que surgen al pensar en los factores que pueden estar contribuyendo a que los resultados de la formación en Educación Física de los pequeños, al menos en lo que concierne a la salud, no estén siendo los apropiados.

El enfoque de este proyecto surge a partir de este amplio panorama multifactorial, apoyado en la inquietud de explorar la valoración de la clase de Educación Física y las actitudes hacia la misma en los niños de sexto de primaria, con el propósito de conocer en qué medida la disposición de los niños y las niñas hacia la clase influye o no en el alcance de los propósitos y en los fines de la asignatura.

La mención de los valores y las actitudes ha sido un tema permanente en educación; de hecho, educar se puede identificar con la asunción crítica por parte de las personas de determinados valores y actitudes. La acción formativa ordena y desarrolla actuaciones cuyo contenido tiene un gran componente valórico que justifica por sí mismo su inclusión. (Gairín, 2002; citado en Prat y Soler, 2003: 9).

De forma general, podemos considerar la actitud como una predisposición hacia la acción (Fishbein y Ajzen, 1975; citado en Moreno y Hellín, 2002). Es decir, además de un componente cognitivo que refleja las creencias y la información que tenemos sobre un objeto, existe un componente afectivo, que es el más característico de las actitudes y refleja un sentimiento a favor o en contra de un objeto social y un componente conductual que refleja la tendencia a reaccionar hacia los objetos de una determinada manera.

El desarrollo de actitudes positivas hacia la Educación Física y el ejercicio físico debe ser uno de los objetivos más importantes de los programas de Educación Física escolares, tanto de primaria como de secundaria, pues así facilitaremos la probabilidad de que los niños y adolescentes adopten y mantengan un estilo de vida activo. (Moreno y Hellín, 2002).

Por todo lo anterior, podemos considerar de gran relevancia conocer la valoración y la actitud que los y las estudiantes de primaria poseen sobre la asignatura de Educación Física. Se eligió el sexto grado por ser el año en el que se concluye con la educación primaria y por lo tanto, los niños y las niñas, pueden mostrarnos el panorama general de la experiencia vivida en este importante nivel del sistema educativo.

Pregunta de investigación

¿Cuál es la valoración y la actitud que los y las estudiantes de sexto grado de enseñanza básica primaria de las escuelas estatales públicas del turno matutino de municipio de Colima poseen sobre la asignatura de Educación Física?

Objetivo general

Conocer la valoración y la actitud que tienen los y las estudiantes hacia la asignatura de Educación Física, la importancia que le otorgan dentro de su formación curricular, los aprendizajes adquiridos, la utilidad de lo aprendido, su dificultad, la evaluación, aceptación de más horas de clase y de manera general, su consideración respecto a otras materias.

2. Fundamentación

2.1 La Educación Física: su importancia en el desarrollo infantil.

La educación física es un componente inseparable de la educación formal, pues contribuye de manera importante al desarrollo integral de los individuos. Como lo afirma Corpas, Toro y Zarco (1993) "la actividad corporal y espiritual, como decir la capacidad de expresión y comunicación, son inseparables, se crean mutuamente y tienen que estar unidas entre sí con un ritmo muy determinado".

Podemos revisar diversos conceptos y enfoques de la Educación Física y variarán en algunos aspectos quizá relativos a su filosofía, a su enfoque, a sus prioridades en la aplicación en la práctica cotidiana; pero lo que parece ser una constante es su contribución al desarrollo integral del individuo, brindando la posibilidad de, a través del movimiento, mejorar su potencial, su desarrollo y su bienestar integral. Sin embargo, no siempre se le ha valorado o se le valora de manera justa.

La Educación Física ha sufrido un olvido continuado debido a la maximización del trabajo intelectual y a la consiguiente infravaloración de las actividades físicas en el marco escolar. Tras esa etapa, ha llegado el momento de su incorporación a los ámbitos educativos y, con ella, un tratamiento sustancial de los programas oficiales de la Reforma Educativa. (Castañer y Camerino, 2001: 12).

De acuerdo con Vázquez (1989: 121) actualmente las finalidades de la educación física son de tres tipos:

1° Las relacionadas con el desarrollo de las capacidades físicas: desarrollo de la condición biológica;

2° las relacionadas con el desarrollo de las habilidades motrices como instrumento básico de su adaptación al medio tanto físico como social;

3° las relacionadas con otros ámbitos de personalidad: cognitivo, afectivo y moral-social.

Por lo anterior, se puede apreciar que la Educación Física tiene un amplio impacto en el desarrollo del ser humano, no sólo de su crecimiento y desarrollo físico, sino de áreas tan importantes como la cognición, las emociones y la socialización.

El desarrollo sano de la personalidad exige el cuidado precoz de la actividad corporal. Exige no sólo la adecuada protección alimenticia y sanitaria, sino también protección y estimulación psicomotora oportuna; el niño debe tener la oportunidad para ejercitar sus propios movimientos espontáneos y para elaborar esquemas intencionados de acción, comunicación y representación corporal y activa. (M. Yela, 1982; citado en Vázquez 1989: 152).

Además de lo anterior, cabe resaltar que la Educación Física tiene propósitos y estrategias específicas para atender las diferentes etapas del desarrollo infantil, respondiendo a las necesidades muy particulares que tienen los niños y las niñas según su edad. Así, mientras en algunas etapas iniciales se tiene prioridad en el desarrollo perceptivo-motriz y de la lateralidad, conforme se avanza en edad se busca la especialización de movimientos o la estimulación de capacidades físicas coordinativas, sólo por poner un ejemplo.

Resumiendo un poco, y poniendo énfasis en superar el carácter mecanicista que en ocasiones envuelve a la educación física o a los docentes que la imparten, se retoma lo dicho por López (2001; citado en Prat y Soler, 2003: 12), quien brinda algunos indicadores que permiten identificar si un niño está educado físicamente:

1. Rinde eficientemente en tareas motrices básicas y en tareas motrices específicas.

2. Tiene hábito y gusto por la actividad física. Comprende que esto da oportunidad de diversión e interacción.

3. Sabe comportarse en lugares deportivos, mostrando respeto por las diferencias personales. Es autónomo y tiene capacidad de organización.

4. Utiliza su pensamiento para resolver problemas y tomar decisiones motoras de forma óptima.

5. Logra y mantiene un nivel saludable de forma física.

Desafortunadamente, todos estos propósitos, objetivos y logros que pueden ser atribuidos a la Educación Física no siempre se alcanzan, teniendo ante esta problemática un origen o causante multifactorial, que va desde los hábitos familiares, la falta de gusto por la actividad física, las pocas experiencias gratificantes en la educación física escolar, o el conjunto de todas ellas que pueden estar fuertemente relacionados con las actitudes que se tienen hacia la actividad física o la forma en que se valora la asignatura y lo que en ella se hace.

2.2 La valoración de la Educación Física. Una aproximación a las actitudes.

Se utiliza el término actitud para hacer referencia a un pensamiento o un sentimiento positivo o negativo que tiene una persona hacia los objetos, las situaciones o hacia otras personas. Está relacionado con los sentimientos y formas de actuar ante hechos o situaciones determinadas. (Prat y Soler, 2003: 21).

Las actitudes son aprendidas, se adquieren a través de las experiencias sociales que hemos ido teniendo a lo largo de la vida. Las vivencias adquiridas en las clases de Educación Física dan lugar a una valoración de las mismas por parte del alumnado. Esta valoración puede contribuir a crear actitudes más o menos positivas hacia la práctica regular de ejercicio físico. (Moreno y Hellín, 2002).

Tercedor (2001; citado en Pedrero, 2005), señala que las actitudes suponen un preámbulo para las conductas. Cualquier actitud genera una disposición de ánimo hacia alguna situación que implicará una motivación que orienta nuestras acciones. Este autor, citando las aportaciones de Marín (1997) señala tres componentes fundamentales en las actitudes: el cognitivo, el afectivo y el conductual o reactivo.

En el componente cognitivo están inmersos los conocimientos, valores y creencias que sobre cualquier objeto o situación poseemos, y que nos llevarán a tener un determinado juicio. En el componente afectivo se produce una manifestación de sentimientos o preferencias personales que pueden marcar la conducta desarrollada. En el componente conductual se produce una acción manifiesta que es producto de los componentes anteriores y que determina un comportamiento más o menos distante respecto de la actitud manifestada. Por tanto, será este componente el que realmente defina las actitudes.

Generalmente suele existir coherencia entre nuestras actitudes y los comportamientos derivados de las mismas, de tal forma que una toma de posición favorable hacia algún hecho nos hará tener comportamientos positivos hacia el mismo. Desde el punto de vista de la práctica de actividad físico-deportiva este hecho es muy importante. Si somos capaces de conseguir una actitud positiva hacia la práctica, es bastante probable que los comportamientos de los sujetos se dirijan hacia la misma. (Pedrero, 2005).

Por lo hasta aquí mencionado, en el presente trabajo se explora la valoración y la actitud hacia la asignatura de Educación Física. Las dimensiones exploradas (gusto por la asignatura, la importancia de la misma, la diversión en la práctica, la utilidad de lo aprendido, su dificultad, la evaluación, aceptación de más horas de clase y consideración respecto a otras materias) se eligieron de manera intencional, considerándolos como elementos importantes en el desarrollo de las actitudes y producto de la experiencia de los niños y las niñas en la práctica de la Educación Física. No se valora en este momento la figura del docente, elemento esencial en el proceso enseñanza-aprendizaje, ya que para ello se requiere un abordaje especial y de mayor profundidad, que podría ser abordado en otro estudio.

3. Metodología

3.1 Diseño

El presente proyecto es una investigación aplicada, no experimental tipo transeccional exploratorio.

Los diseños de investigación transeccional o transversal recolectan datos en un solo momento, en un tiempo único. Su propósito es describir variables y analizar su incidencia e interrelación en un momento dado (o describir comunidades, eventos, fenómenos o contextos). (Hernández, Fernández y Baptista, 2003).

Dado que el propósito de los diseños transeccionales exploratorios es comenzar a conocer una comunidad o situación no se establecen hipótesis, motivo por el cual no se incluyen en el trabajo.

3.2 Muestra

La muestra estuvo integrada por estudiantes que cursaban, al momento del estudio, sexto de primaria en escuelas públicas estatales del turno matutino del municipio de Colima, del estado del mismo nombre.

Se realizó un muestreo probabilístico estratificado, considerando la población de cada una de las ocho escuelas primarias estatales del turno matutino del municipio de Colima.

La población estaba constituida por 377 estudiantes. Se cálculo el tamaño de la muestra considerando un error estándar de .05. La muestra quedó integrada por 194 estudiantes de sexto grado de primaria, 96 mujeres y 98 hombres, cuyas edades oscilan entre los 10 y 13 años (ver gráfica 1), concentrándose la mayor parte de la muestra en 12 años.

3.3 Instrumento

Se diseñó un cuestionario de 20 considerando el nivel de comprensión lectora de los estudiantes sujetos de estudio, así como características de su desarrollo tales como capacidad para poner atención y concentrarse en la tarea. El cuestionario se evaluó con seis expertos: dos especialistas en educación física, dos especialistas en lectura y redacción, y dos profesores de nivel primaria. A lo largo de la presentación de resultados se mencionarán los reactivos que se incluyeron en el instrumento.

El cuestionario explora la valoración y la actitud que los alumnos de enseñanza básica primaria de las escuelas estatales públicas poseen sobre la asignatura de Educación Física con relación a las siguientes dimensiones: el gusto por la asignatura, la importancia de la misma y de los aprendizajes adquiridos, la utilidad de lo aprendido, su dificultad, la evaluación, aceptación de más horas de clase y de manera general, su consideración respecto a otras materias.

De los 20 reactivos que constituyen el cuestionario, 16 son tipo Likert, los cuales exploran el grado de conformidad con las afirmaciones planteadas, y pueden ser contestados a partir de cuatro alternativas, desde 1 (totalmente de acuerdo) hasta 4 (en desacuerdo); un reactivo de opinión con cuatro opciones de respuesta, dos reactivos de opción múltiple con tres opciones de respuesta cada uno y una pregunta abierta.

Es importante destacar que el cuestionario se construyó apareando reactivos, es decir, un reactivo planteado en positivo y otro en negativo sobre el mismo asunto o aspecto a evaluar, con la intención de contrastar las respuestas y validar, con un análisis cualitativo de coincidencias o divergencias, los resultados.

Además de lo descrito, el instrumento cuenta con un apartado de identificación, en el que se preguntaron datos referentes a la escuela en la que se estudia, grado escolar, edad y género. Para este estudio, dichos datos sólo fueron usados para describir la muestra, pero podrían ser útiles para realizar otros análisis.

3.4 Tratamiento y análisis de los datos

Se realizó la captura y el análisis de datos con ayuda del programa SPSS. Se efectuó un análisis de frecuencia por reactivo sobre cada una de las opciones de respuesta, y se obtuvo el promedio de respuesta para cada reactivo como un indicador de la actitud, considerando que mientras más próximo al valor cuatro (que es el valor más alto que puede tomar la respuesta) se encuentre el resultado, estaremos hablando de una actitud positiva; mientras más se aleja del cuatro, la actitud tenderá a ser negativa. En el caso de los reactivos positivos se realizó una inversión de los valores, pues en el instrumento el número uno se asigna al "totalmente de acuerdo", siendo entonces necesaria la adecuación de valores a la inversa para que el valor más alto se asocie a la actitud positiva.

Para la pregunta abierta, reactivo veinte, se realizaron categorías de análisis obteniendo, posteriormente, la frecuencia de respuestas para cada categoría.

4. Resultados

A continuación se presenta el análisis de los principales resultados encontrados, reactivo por reactivo, del instrumento aplicado. Es importante resaltar que se abordarán los resultados por cada una de las dimensiones planteadas en el objetivo y que en la mayoría de los casos se analizan por parejas de reactivos ya que, como se explicó en el apartado de instrumento en el método, el cuestionario se construyó apareándolos, es decir, un reactivo planteado en positivo y otro en negativo sobre el mismo asunto o aspecto a evaluar, con la intención de contrastar las respuestas y validar, al menos con un análisis cualitativo de coincidencias o divergencias, los resultados.

Dimensión 1. Gusto por la asignatura

Reactivo 1. Me gusta la clase de Educación Física (EF)

En los resultados de este reactivo (Gráfica 2) se aprecia una clara tendencia hacia el gusto por la educación física, ya que el 65% de los niños y las niñas (127 casos) reportan que les gusta mucho la clase de EF y sólo el 3% (6 casos) expresan que no les gusta nada.

Con estas respuestas es clara la preferencia que los menores tienen por la clase y es un indicador importante, pues al tener gusto por la asignatura la disposición a trabajar en ella se incrementa, ya que al valorarse positivamente y al disfrutarla habrá una mayor tendencia a hacer lo necesario para responder de manera positiva al trabajo planteado durante la clase.

Respecto a la actitud, el índice arrojado por este reactivo tiene un valor de 3.56, que es un indicador alto, pues recordemos que mientras más se acerque al 4, que es el valor más alto, la actitud es más positiva.

Dentro de esta dimensión también se agregaron los reactivos en los que se explora si la clase es considerada aburrida o divertida, pues estos aspectos son parte del gusto. Los resultados fueron los siguientes.

La mayoría de los niños y las niñas (59%) manifestaron estar en desacuerdo con la afirmación de que la EF es aburrida, y se confirma con el total acuerdo manifestado en la afirmación de que es divertida (53%, 103 casos), como se aprecia en la gráfica 3.

Reactivos 3 y 12. Gusto por la educacion fisica: aburrida contra divertida

El divertirse durante la clase de educación física puede generar en los niños y las niñas una sensación de alegría y satisfacción que influya de manera positiva en el componente afectivo de las actitudes, pudiendo ser éste el motivo del alto índice en la actitud que reporta esta dimensión, que promedió 3.34 para ambos reactivos que sigue inclinándose hacia el lado positivo de la actitud.

Considerando el indicador de actitud arrojado por estos tres reactivos, podemos afirmar que existe una actitud positiva hacia la educación física en lo que respecta al gusto por ella, pues en promedio se obtuvo 3.45, muy cercano al 4, valor máximo.

Dimensión 2. Importancia de la asignatura y de los aprendizajes adquiridos.

Reactivos 2, 6 y 18. Importancia de la clase de Educación Física.

En la gráfica 4 podemos apreciar que un gran número de estudiantes ubicaron entre sus respuestas en los valores más altos, el 44% en totalmente de acuerdo y el 36% de los estudiantes están de acuerdo en que la clase de EF es importante.

El resultado anterior se confirma con las respuestas al reactivo 6, pues los menores se inclinan (58%) por estar en desacuerdo con que la clase de EF es la menos importante del curso.

Con relación al resto de materias que se cursan en la escuela, la EF es considerada, tan importante como el resto de materias que cubren el plan de estudios, con un 68% (132 casos) de menores de acuerdo con esta respuesta (gráfica 5).

Respecto al índice de actitud, el valor promedio de los reactivos 2 y 6 es de 3.22, que es más bajo que en la dimensión anterior pero que aún se encuentra en el lado positivo de la escala.

En esta dimensión se incluyó además la valoración de los aprendizajes obtenidos en la clase de Educación Física (reactivos 9 y 14), pues podría esperarse que cuando se aprende algo en la asignatura se puede apreciar más su importancia. Al respecto los resultados fueron los siguientes.

El 44% de los pequeños afirman estar de acuerdo con que les gusta lo que aprenden en la clase de EF, que se confirma con el 71% que expresa estar en desacuerdo con la afirmación de que en EF no se aprende nada.

En los reactivos 4 y 8 se revisó la utilidad con que se aprecia la clase de EF, observado que el 72% de los niños están de acuerdo y en total acuerdo con que la clase de EF les servirá para el futuro (gráfica 6); corroborando esto con el 70% que está en desacuerdo con la afirmación de que lo que se aprende en EF no sirve para nada.

Respecto al indicador de actitud para estos dos reactivos el valor es de 3.31, que expresa la actitud positiva hacia lo que se aprende en la clase de EF.

Dimensión 3. La utilidad de lo aprendido en la asignatura

Dimensión 4. La dificultad de la asignatura

Reactivos 5 y 13. Grado de dificultad en que se valora la clase de Educación Física: fácil contra difícil

En esta dimensión 92 alumnos (47%), están totalmente de acuerdo que las actividades de EF son fáciles, esto se confirma con el reactivo 13 en el que 136 estudiantes (70%) manifiestan estar en total desacuerdo con que la clase de EF es difícil.

Respecto al indicador de la actitud se registró un promedio de los dos reactivos de 3.37, que, al igual que en los casos anteriores, indica una actitud positiva hacia la clase de EF.

Por otro lado, es importante hacer notar que la valoración del nivel de complejidad debe ser tratada con cuidado, porque cierta dificultad en los ejercicios de EF podría representar un reto para los niños y las niñas, y ser algo estimulante; incluso, demasiada facilidad en los ejercicios podría llegar a ser tedioso y poco atractivo.

Los resultados nos mostraron que la mayoría de los niños (66%) están en total desacuerdo con la afirmación de que la evaluación en la clase de EF es injusta, mostrando, por el contrario, un acuerdo en su mayoría (72% si se consideran las respuestas de acuerdo y totalmente de acuerdo) con la afirmación de que es justa (gráfica 7).

El indicador de actitud para estos dos reactivos es de 3.17, siendo el más bajo encontrado hasta el momento pero que se mantiene en el lado positivo de la escala.

Al análisis de la valoración de la evaluación se han agregado los reactivos 7, 16 y 19, que exploran el grado de dificultad apreciado para la obtención de calificaciones en la asignatura de EF, contrastando la apreciación con el resto de asignaturas.

Dimensión 5. La evaluación en la asignatura

Reactivos 10 y 17. Valoración de la evaluación en la clase de Educación Física: justa contra injusta

De esta manera se aprecia que el 46% de los menores están en total acuerdo con la afirmación de que obtener buenas calificaciones en EF es más fácil que en el resto de las asignaturas, lo que se confirma con el 53% que está en desacuerdo con que sacar buenas calificaciones en EF es más difícil que en el resto de materias.

El indicador de actitud para estos dos reactivos es de 3, positivo aún pero más bajo que los anteriores, lo que podría reflejar que el área de la evaluación es de las valoradas más baja por los pequeños.

Se agregó además a esta dimensión un reactivo de tres opciones, en el que la mayoría de los niños y niñas, 57%, aprecian que obtener buenas calificaciones en EF es más fácil que en otras materias; sin embargo, un porcentaje importante, 38%, consideran que es igual de fácil o difícil que en el resto de asignaturas.

El interpretar estos tres últimos reactivos es un tanto complicado, pues el valorar como fácil el obtener buenas calificaciones en la materia puede ser positivo por un lado, porque eleva la sensación de éxito y tal vez el gusto por la asignatura al experimentar menos fracaso; pero por otro lado, el percibirla como demasiado fácil puede provocar que la asignatura sea poco valorada o no se ponga tanto empeño al realizar las actividades o plantearse el reto de incrementar el desempeño en la misma.

Dimensión 6. Aceptación de más horas de clase

Finalmente, para conocer si los estudiantes apreciaban la clase de EF en la escuela y su valoración acerca de la posibilidad de contar con más horas de clase se plantearon los reactivos 11 y 15, en los que se obtuvo como principal respuesta que los niños y las niñas están en desacuerdo (84%) con la afirmación de que no deberían existir las clases de EF en las escuelas, mostrando afinidad con la idea de que deberían darse más horas de EF (43%).

El índice de la actitud para estos dos reactivos es de 3.38, siendo, al igual que en todos los casos anteriores, positivo.

De manera adicional se planteó una pregunta abierta, en la que se interrogó a los estudiantes sobre lo que más les gusta de la clase de EF.

Para el análisis de esta pregunta se formaron 13 categorías de respuesta y se obtuvo la frecuencia para cada categoría. Es importante señalar que para este caso el total de respuestas no es de 194, pues al ser una pregunta abierta los niños y las niñas podían dar más de una respuesta.

Los resultados son (ver gráfica 8):

Como se observa, la categoría de "Jugar y divertirme" es la más alta, con 119 casos que opinaron esto, lo cual nos muestra que la mayoría de los estudiantes de sexto de primaria disfrutan las actividades propias de la asignatura.

En segundo lugar y con frecuencia también alta (108), encontramos la respuesta de "Aprender o practicar un deporte", lo cual nos permite ver la inclinación que tienen los estudiantes de esta edad hacia la práctica deportiva.

En tercer lugar aparece la categoría "Hacer ejercicio", con 52 opiniones, que nos sigue mostrando la preferencia de los alumnos hacia la actividad física.

La categoría cuatro en el orden de frecuencias es la de "Tener tiempo libre", con 36 participaciones. Esta categoría podría ser tomada como negativa, pues puede estar indicándonos que durante la clase de EF no se está trabajando y los niños y niñas no encuentran una actividad atractiva o útil durante la misma. Esta categoría está muy relacionada con la siguiente "Que casi no hay clase", con una frecuencia de 16, y con la número nueve, "Que el maestro no trabaja", las cuales nos muestran que en algunos casos los niños están opinando que no hay actividad o clase durante la asignatura de EF.

Además de estas tres categorías negativas, tenemos otra más: "No me gusta nada", con 8 de frecuencia, que si bien no es alta, al unirla a las otras negativas podría ser una llamada de atención para observar más a detalle qué está sucediendo en la clase de EF que puede estar siendo poco atractivo o útil para los alumnos.

El resto de categorías tienen una frecuencia relativamente baja pero son todas positivas: convivir con mis amigos, con 13 de frecuencia; que adquiero conocimientos, con 11; mejoro mi salud, con 5; desarrollar habilidades, con 2 y que sacas buenas calificaciones también con 2 frecuencias.

Sólo se presentaron cuatro casos que no contestaron.

De manera general se aprecia que existe una valoración positiva de la asignatura de EF, pues el índice de actitud en todos los casos es igual o superior a 3, siendo el valor más alto 4.

Como se apreció, existen áreas que son muy altas en la valoración y que se relacionan principalmente con el gusto por la EF, lo cual muestra una importante fortaleza para esta asignatura.

Los indicadores más bajos se obtuvieron en el área de la evaluación o asignación de calificaciones en la materia, que si bien están sobre el 3, son las más bajas respecto al resto y pueden estar señalando un área de oportunidad para la mejora de esta área o la necesidad de contar con otras propuestas para evaluar que hagan sentir más cómodos a los niños y niñas.

Recordemos que de acuerdo a los Planes y Programas del nivel primaria (Sep, 1993), la educación física tiene una función muy importante en la orientación de los niños para el uso del tiempo libre, si aprovechamos el gusto que manifiestan los niños y niñas por la asignatura podríamos diseñar estrategias educativas que trasciendan la clase y lleven a nuestros pequeños a un estilo de vida más saludable que impacte de manera importante en su calidad de vida y desarrollo integral.

5. Conclusiones

Los resultados encontrados en este trabajo nos permiten ver el lado positivo de la EF, pues los estudiantes encuestados reportan comentarios alentadores, y muestran una valoración y una actitud positiva hacia la clase.

Sin embargo, y recordando lo mencionado por Tercedor (2001; citado en Pedrero, 2005), que señala que las actitudes suponen un preámbulo para las conductas y que cualquier actitud genera una disposición de ánimo hacia alguna situación que implicará una motivación que orienta nuestras acciones, el tener esta actitud debería estar impactando más en la vida cotidiana de los niños y niñas, y llevarlos a desarrollar la actividad física con mayor consistencia, pero los indicadores de problemas de obesidad en nuestro estado no nos permiten hacer una aseveración tan lineal y tajante. Por esto, se sugeriría hacer un estudio más profundo que pudiera establecer posibles relaciones entre la actitud y valoración de la clase de EF, la práctica de actividad física y la obesidad, para identificar otras variables que pudieran estar involucradas en esta compleja problemática.

Por otro lado, en los resultados obtenidos se puede apreciar que los niños identifican en la práctica las diferentes finalidades de la EF enunciadas por Vázquez (1989), pues hacen mención a la salud, a la práctica del deporte y la realización de ejercicio, que se relaciona con la primera finalidad manejada por este autor, que se refiere al desarrollo de las capacidades físicas: desarrollo de la condición biológica.

Respecto a la segunda finalidad, desarrollo de las habilidades motrices como instrumento básico de su adaptación al medio tanto físico como social, los chicos y chicas hacen mención del desarrollo de habilidades y la convivencia con los amigos, que se puede identificar con esta finalidad.

Con la tercera finalidad, otros ámbitos de personalidad: cognitivo, afectivo y moral-social, encontramos aspectos como el adquirir conocimientos, convivir con mis amigos y quizá el jugar y divertirme, que se puede relacionar con el ámbito afectivo de los menores.

Otra conclusión a la que se puede llegar es que los estudiantes de sexto de primaria expresan gusto por las clases de EF, pues las consideran divertidas y fáciles, de manera general. Así mismo, valoran positivamente la utilidad de lo aprendido, lo que se asocia a la actitud positiva hacia la asignatura y el deseo de contar con más horas de clase.

Finalmente, solo resta sugerir aprovechar las ventajas que tiene la asignatura de EF y que impacta directamente en el desarrollo infantil. Sería recomendable seguir indagando en torno al tema, explorando aspectos como la valoración de los profesores en relación al estilo de enseñanza o características de personalidad del mismo o la posibilidad de que existan diferencias de género en la forma en que se percibe la clase.

Notas

Mireya Sarahí Abarca Cedeño. Licenciada en Psicología y en Educación Especial en el Área de Problemas de Aprendizaje. Maestra en Ciencias en el área de Psicología Aplicada. Profesora e investigadora de Tiempo Completo de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Colima. Av. Universidad 333. Colima, México.

María de Lourdes Covarrubias Venegas. Ingeniera en Sistemas Computacionales. Maestra en Ciencias en el área de Tecnología y Educativa. Profesora e investigadora de Tiempo Completo de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Colima. Av. Universidad 333. Colima, México.

Rosa Marcela Villanueva Magaña. Licenciada en Pedagogía. Maestra en Pedagogía. Profesora e investigadora de Tiempo Completo de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Colima. Av. Universidad 333. Colima, México.

Noé Navarro Ruiz. Licenciado en Educación Física. Maestro en Pedagogía. Catedrático de la Secretaría de Educación Pública de Colima. Profesor por horas de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Colima. Av. Universidad 333. Colima, México.

Bibliografía

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