Educación Física y Ciencia, 2001, vol. 5, p. 91-117. ISSN 2314-2561
Universidad Nacional de La Plata.
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Departamento de Educación Física.

Artículo/Article

La introducción en las arenas de la investigación: Reconstrucción de una experiencia en un universo problemático

Gabriel Armando Cachorro

Universidad Nacional de La Plata


Gabriel Armando Cachorro es Profesor en Educación Física (U.N.L.P.) y Magister en Desarrollo Educativo. Línea Prácticas Curriculares en la Formación Docente. Universidad Pedagógica Nacional de México. Actualmente es Jefe de Trabajos Prácticos de Educación Física I e integrante del Programa de Incentivos (U.N.L.P.).

La intimidad de la investigación

El presente artículo se enmarca dentro de las investigaciones educativas de corte cualitativo como un documento de trabajo. Es un ensayo que localiza su mirada en la situación de enfrentamiento de un sujeto con un gran desafío: la tarea de investigar.

En el marco de este encuentro destaca la intromisión del sujeto, en el terreno de la investigación. Un terreno que no le ofrece señalización alguna en torno a grandes interrogantes ¿cómo investigar?, ¿cómo hacen los investigadores para concretar una obra acabada? Un trabajo de investigación, en vez de responder estos acertijos, lo invita a correr una aventura exploratoria en un horizonte desconocido, resolviendo diferentes obstáculos durante la travesía, sorteando las múltiples e imprevisibles dificultades que le aguardan.

Al analizar estas preguntas, que suelen aparecer con intermitencias durante el desarrollo de una investigación, encontramos al sujeto preocupado por concretar su propia tesis pero con la sensación angustiosa de "no encontrarle la vuelta", no dar con las estrategias ni hallar pistas para hacer un trabajo de investigación. El sujeto se encuentra solo, en un nuevo medio con sus limitaciones, los escasos y rudimentarios recursos estratégicos, con pocas ideas y carencias de modalidades prácticas para echar a andar esta empresa. El sujeto aparece como un náufrago, y debe valerse de sí mismo para sortear este conflicto, debe cargar con las angustiosas sensaciones de impotencia expresadas ante el paralizante ¿ahora qué hago?

Los manuales y tesis de investigación en líneas generales no suelen dar recetas, ni pistas que operen como salida a estas preocupaciones de un sujeto perdido, desorientado al entrar en las arenas de la investigación. Las tesis, en vez de ofrecer el recetario para la confección, despliegan un juego mágico y erótico con el iniciado, un strip-tease que muestra las partes que incitan -lo bello, estético y coherente- y esconde otras -lo dudoso, cuestionable, errático, deficiente-. En este fascinante doble movimiento muestran los resultados, contados con exquisitos detalles de terminación y ocultan los procesos de gestación. Es decir, hacen explícita una exterioridad e implícita una interioridad.

En este sentido se torna importante y necesario retomar esta situación de un náufrago sin brújula, al que se le plantea un encuentro con una dificultad central: sacar adelante una tesis desenvolviéndose en un horizonte novedoso. El sujeto en un intento de adaptación recorre el vasto campo de la investigación desplegando las primeras actuaciones, familiarizándose con algo nuevo, adquiriendo noción de los distintos sectores del campo. Al no hallar soluciones a los acertijos, los intentos son fallidos y choca con la realidad, al "darse la cabeza contra la pared" una y otra vez. Los choques pueden ser aprovechados para aprender de los yerros. En estos golpes traumáticos el sujeto puede encontrar, en este terreno de lo incierto, pistas que ayuden a encauzar adecuadamente la investigación. Esta parecería ser la forma de descubrir el hacer de una investigación, con las interminables pruebas y ensayos hasta llegar a prácticas pertinentes y específicas.

Este artículo intenta invertir este striptease, y en este giro del juego hacer visible lo invisible, reportar y documentar lo oculto. Esto es, describir el proceso constructivo de una obra más que la estructura final de una tesis. Es necesario mostrar esta mediación alojada en el trabajo previo, en la intimidad de la investigación, en la tarea silenciosa que se hace en el taller del desorden, con ropa de entrecasa, antes de ponerse la ropa formal para la exposición y ofrecimiento de la obra terminada. Considero importante focalizar la mirada en el laboratorio de pruebas, en tanto allí maduran los valiosos procesos del que en contadas ocasiones se intenta dar cuenta, pues la investigación en esta instancia se halla en pleno proceso de formación y por lo tanto, está poco presentable al público. En esta instancia se halla ávida de retoques y correcciones, esto explica su postergación.

Al dirigir la atención sobre la elaboración previa que se plasma en la antesala, analizo la preparación de un trabajo, con materiales o ingredientes puestos en juego en la confección de una obra. En esa organización de los materiales, se van descartando ciertos retazos en los cortes que se efectúan. A la vez se seleccionan y adecuan las partes merecedoras de constituir un producto. Esta tarea de selección y descarte que se hace con insistentes en sayos, pruebas y búsquedas en algún momento concluye en una obra concreta, que sólo muestra parte de su constitución, dejando un resto en el vasto territorio de la incertidumbre y abriendo un margen para la especulación o la sospecha del modo en que se habría llegado a este producto.

La propuesta de la reconstrucción -a través de la rememoración de un trabajodescribe los procesos internos que se desencadenan en la puesta en marcha de una investigación social, intentando -mediante la narración de los complejos accidentes ocurridos en el desarrollo de una tesis- mostrar las severas exigencias y los desafíos difíciles de sortear que encierra la labor de investigar y llegar a un trabajo o un producto aceptable.1

La intimidad de la investigación es colocada en el centro de la discusión, como el sitio donde pueden encontrarse explicaciones de un universo problemático. Así podemos dejar plasmado una imagen más cercana a lo que quiere decir "investigar". Es decir, mostrar la difícil tarea de la investigación, en su enorme magnitud y de esta forma obtener una representación gráfica de la complejidad que caracteriza a este tipo de empresas. Así, recurro a un sustento empírico de primera mano: la tesis de Maestría realizada en México: "La identidad de los profesores de Educación Física argentinos que laboran en México" como producto personal y además rescato los distintos recortes o retazos sobrantes de una tesis. Allí se expresan los descartes apropiados para reciclar en esta situación.

La intención central de esta reconstrucción es aportar reflexiones teóricometodológicas en relación al armado de una tesis de investigación, brindando una descripción del terreno de acción que oriente y ayude en las búsquedas de los primeros pasos. En este sentido vierto información para aquellos interesados en adentrarse en este tipo de experiencias para que sirva de bosquejo general. Así, enuncio probables sitios por donde el investigador puede organizar su excursión eligiendo sus sitios de estadías. Los lugares, al ser numerosos, ofrecen infinitas combinaciones en la planificación de la ruta de investigación, hacen inviables soluciones unívocas y estériles las recetas infalibles.2

El trabajo no pretende ser una solución infalible o manual de recetas para abordar una investigación. No ofrece atajos hacia un destino que se desea llegar, por el contrario procura establecer la diferencia substancial entre el manual de investigación -entendido como una abstracción teórica ajena- y la práctica de investigación que se hace experiencia propia, cuando atraviesa el cuerpo del sujeto, en el hacer de este desafío.

La reconstrucción de esta experiencia es realizada en una escala macroscópica, allí se cuentan las principales contingencias del desarrollo particular de una investigación. Esta descripción nos sirve para mostrar cómo se fue gestando la obra, explicitando la dirección que fue tomando en su curso hasta desembocar en un producto final. En esta rememoración de la experiencia sólo se enunciarán escalas microscópicas -la construcción del marco teórico, la delimitación del objeto de estudio, la formulación de las preguntas de investigación- dejando pendiente la "deconstrucción" de cada estructura capitular, las que serán desmenuzadas en su especificidad.

Accedemos a la trama fina de una obra, señalando el trazado de surcos que un investigador fue construyendo en la configuración de una obra acabada. Presentamos una ruta, un itinerario en el desarrollo de una tesis, con distintos momentos de su maduración.

La entrada al horizonte desconocido

Los sujetos que deciden realizar un estudio de posgrado -Especialización, Maestría o Doctorado- entran a un horizonte desconocido. Las expectativas sociales pueden ser diversas: la investigación propiamente dicha, la obtención de un título, el logro de mejores ingresos económicos, la carrera académica, el status social, la moda de los posgrados, la revaloración de la formación profesional y otras tantas razones posibles de enumerar. Los intereses personales manifiestan, más allá de las argumentaciones expuestas por cada aspirante, una necesidad de cubrir algo a la intemperie, cerrar algo abierto, saldar alguna deuda. Muestra una ausencia, da cuenta de una falta, una carencia que puede o no estar del todo clara -especialmente cuando el aspirante llena su exposición de motivos para hacer el estudio de posgrado-. La importancia de esta sensación de estar incompleto es importante, pues a partir de este estado el sujeto está obligado a salir en busca de lo que le falta (Cuadro n° 1). Se acerca a una Maestría a realizar una investigación.

CUADRO N° 1. Este retazo pertenece al momento de presentación del anteproyecto de investigación, por ese entonces intentaba fundamentar mi acceso de la siguiente manera:

EXPOSICION DE MOTIVOS: "Concretar este proyecto personal de superación constante, en el área profesional que me compete, encuentra viabilidad estableciendo un vínculo de ida y vuelta entre: las clases de Educación Física y la Universidad. Con esta modalidad generar un intercambio dialéctico, que abra canales de comunicación entre las prácticas educativas de Educación Física en el patio y el espacio universitario como generador y multiplicador de los más altos saberes y conocimientos teóricos.

Resulta necesario trasladar las nuevas problemáticas emergentes, al espacio universitario; interpreto que las clases, si son atravesadas por renovados análisis de la instancia académica más alta, lograrían un salto cualitativo importante" (Julio de 1996).

El sujeto se inscribe en un posgrado y debe aceptar el desafío de realizar un trabajo de investigación, también debe empezar a pensar un tema posible de trabajo; de esta forma comienza a forzar sus pensamientos a plasmar el tema. Esta situación incita al cambio, a la desestructuración. El sujeto sale a colonizar un mundo nuevo, se interesa por conocer un entramado social que lo provoca. Ese entramado, lo llama para alertar sobre los tiempos de una tesis, con distintas voces le recalca hacer la investigación, obsesionarse y avanzar con la tesis. Con todas estas notificaciones lo van atrapando hasta dejarlo cercado en un campo, donde convive con la intriga del descubrimiento. El investigador, no sabe con qué se va a encontrar en esa excursión que le espera desafiante en la otra orilla. Investigar supone ir en busca de algo que no se conoce que nos arrastra hacia lugares inexplorados.

El arribo a una institución educativa, no sólo es el vínculo contractual en sus formalidades -llenado de papeles, formularios y la rigurosa asistencia al establecimiento.- Cuando un sujeto accede a una institución nueva, entra a una institución educativa con su específica "reflexividad institucional" (Giddens: 1994), penetra en sus redes de relaciones sociales y a todo un conjunto de pactos sociales, secretos grupales jugados al interior de esa institución que tiene un pasado que lo constituye. El recién llegado, advenedizo de esta historia, hace su juego de traducción para captar los sentidos sociales de un escenario complejo. El visitante hace el esfuerzo por desmontar las lógicas de actuación, intenta descifrar los códigos de relación ajenos a él. Su observación busca entender esa realidad para obrar de manera adecuada.

Para el ejemplo concreto que nos toca, la Maestría en Desarrollo Educativo, de la Universidad Pedagógica Nacional dice por escrito sus propósitos, en su folletería de difusión (Cuadro n° 2). Sin embargo, la cotidianeidad de esta institución pone en acción la fuerza de la oralidad, en la palabra de sus miembros participantes. Entre los participantes se propicia una intersubjetividad, a través del marco escolarizado. La promoción de una subjetividad académica, es de sumo interés para estimular entre los tesistas, un ambiente que haga cotidiano los debates sobre investigación, el diálogo frecuente con temáticas de investigaciones educativas, obteniendo de esta forma familiaridad con ellas.

CUADRO N° 2. Propósitos de Formación: "La Maestría en Desarrollo Educativo en su modalidad escolarizada tiene como propósito central desarrollar capacidades innovadoras y formación sistemática en métodos de investigación y formas de intervención que contribuyan a mejorar el desempeño profesional del personal que labora en el sistema educativo en educación básica y normal, tanto en el subsistema de educación indígena como en el subsistema regular. Asimismo se propone contribuir a la formación de líneas de investigación educativa que coadyuven a la comprensión de procesos y prácticas educativas en el subsistema de formación, superación y actualización del magisterio". (Folleto de difusión, agosto de 1996)

Se promueve la conformación de un marco de socialización en la diversidad cultural, es decir entre sujetos de diversas procedencias profesionales. Se valora esta situación de multiplicidad vocacional, como un encuadre social rico para el intercambio de saberes, prácticas y conocimientos, donde cada participante colabora desde su propio campo disciplinario. En la interacción grupal se estimula una actitud de apertura en la visión más amplia de los campos del saber. El énfasis puesto en la diversidad cultural queda expresado no sólo en la convocatoria de variadas disciplinas enunciadas como líneas de especialización -Informática, Historia, Lengua, Matemáticas- sino también en la consideración de las orientaciones que cada disciplina aloja en su seno. En esta convergencia de profesiones, queda configurada así una variedad en el plano extraprofesional -como profesiones que son distintas entre sí- y en el plano intraprofesional -en cada profesión se ofrecen diferentes orientaciones-.

El signo de la diversidad también se expresa en las diferencias entre las instancias de vida profesional, en las que están inmersos los distintos miembros participantes de la Maestría, con sus personales inquietudes profesionales. En este sentido se pueden apreciar diferentes estados de los temas de investigación -anteproyecto, proyecto, tema, ensayo, idea general- (Cuadro n° 3). En el cruce entre los sujetos recién llegados y la institución anfitriona se produce un encuentro de historias, un choque de temporalidades biográficas. Se establece una relación entre el que viene por algo y el que ofrece su casa de altos estudios, con reglas manifiestas y ocultas. Por caso, hacer la Maestría con la modalidad escolarizada y al finalizar los dos años concluir con la tesis de investigación cerrada, de tal forma que el aspirante egrese con la titulación que acredita el examen de tesis.

CUADRO N° 3. En este fragmento aparece una idea muy vaga y difusa del tema a investigar, inicialmente llevó por título impreciso "El nuevo rol del profesor de Educación Física en las organizaciones". En julio de 1996 intentaba expresar la intención de este tema de la siguiente manera: "Realizar un trabajo de investigación cualitativo que contemple un relevamiento, diagnóstico y ulterior análisis crítico del desempeño del rol docente en los espacios para la educación en la escuela estatal y en las organizaciones denominadas nuevas: institutos privados, agrupaciones, iglesias, sindicatos, clubes. Estudio que asuma el compromiso de ser el pionero, en la reconstrucción de la biografía e historia del profesor de Educación Física, como así también el sentido de su labor profesional.

En la relación dialéctica del profesor con la realidad educativa, se transforman ambos recíprocamente generando nuevos roles y espacios. Por tal motivo, entiendo que las nuevas organizaciones en donde existan trabajo profesional de Educación Física, con un proyecto educativo concreto, constituye un campo propicio para el estudio y la investigación".

La construcción de una relación

Para echar a andar una obra es necesario contar con un director que dirija y canalice adecuadamente las fuerzas e intenciones de un proyecto. La elección del director de tesis parece ser una de las claves para la consecución del trabajo final; es una decisión que se debe tomar cuanto antes y en la que vale la pena no equivocarse escogiendo de forma precipitada. La postergación de la elección del director evade la urgencia de una decisión y no deja de ser una señal alarmante, pues paraliza literalmente los avances serios de la obra.

En la carrera contra reloj, se conciertan encuentros en donde participan postulantes a directores de tesis y aspirantes a ser dirigidos. Los invitados entran en un desfile de máscaras, ofrecen sus cartas de presentación, describen los temas que se desean investigar, los temas en curso de investigación. En estas reuniones, aspirantes a director y dirigido entran en un juego de apuestas, se hace una apuesta recíproca en el terreno de la razón -por una evaluación que analiza las ventajas y desventajas de los aspirantes, el perfil del investigador, su formación compatible con la del asesorado, la pertinencia con el tema e investigación- y la intuición -que evalúa desde la sospecha la forma de ser, sobre la imagen de responsabilidad que irradia, la empatía con el otro, la fe, el compromiso personal, el deslumbramiento por la capacidad intelectual-.

Las elecciones se hacen sin saber demasiado, se decide desde indicios perceptivos complejos. No se tiene certeza si esta aleación va a tener una química favorable, si la alianza va a ser fructífera. Es una apuesta difícil pues no podemos pronosticar desenlaces, por el estado aún virgen en que se halla la investigación, sumado al escaso conocimiento mutuo entre director y dirigido en situación de convivencia. Es un riesgo para ambas partes, una apuesta en definitiva que muchas veces suele ser desafortunada y lleva a la ruptura de la alianza, a la decepción; teniendo en cuenta que los socios de un trabajo se van conociendo sobre la marcha, caben estos finales anticipados dentro de las probabilidades. Las rupturas de las alianzas, los divorcios, la desintegración de las sociedades constituyen un traspié importante al que se debe sobreponer sobre la marcha buscando construir otra relación.

Es difícil acertar en la elección de un socio, en tanto se opta sin tener en claro aún qué es investigar, sin tener mayores precisiones en torno a lo que se quiere investigar. Ante tantas imprecisiones, la decisión crucial conjuga el azar de dar con la persona indicada de pura casualidad y el determinismo expresado en lo que se alcanza a ver, en todas sus cualidades con pocas referencias visibles. La fundación de la sociedad Director-Dirigido debe resolverse, ante el apremio del tiempo que corre con su cuenta regresiva. A partir de la opción escogida se condicionan los sucesos posteriores y el destino final de esta historia para las partes involucradas.

Es en definitiva una elección mutua, así como hay quienes se ofrecen como postulantes al rol de Director y no son considerados, se los descarta de plano; también hay sujetos que aspiran a ser dirigidos y son delegados a otros directores. Tanto en el Director como en el tesista hay elección racional e intuitiva para fundar o para no fundar una relación social.

Al entablar una relación entre Director y dirigido, se tiene fe en la viabilidad del proyecto. Hay "un voto de confianza" recíproco entre las partes. En esta instancia prevalece el optimismo por la imagen del otro; al otro se lo asume como sujeto muy potable. Un sujeto prometedor de hacerse cargo, de un enorme desafío proyectando metas a corto y largo plazo. Un copiloto para correr una carrera y llegar a un destino feliz.

Aquí, entran en juego, debido a la falta de conocimiento del otro, "las tipificaciones" (Schutz: 1994). En los primeros encuentros abundan las gentilezas y amabilidades hacia el otro. La intención y el interés de las partes por tener un código de relación a través de un diálogo donde se entiendan. Se buscan puntos de intersección, desde lo que se sospecha se intenta hablar para el otro. En este sentido para un director de tesis, la aparición de un profesor de Educación Física significó buscar temas de conversación referidos al cuerpo. Para el asesorado enfrentado con una persona formada en el psicoanálisis, pone en consideración estos datos con la proposición de temas referidos a la razón. Las cortesías y amabilidades llevan a priorizar al revés de lo que hasta ese momento se estaba priorizando, generando la extraña paradoja de, un profesor de Educación Física "negando el cuerpo", y una psicoanalista intentando reivindicarlo, hablando del cuerpo (Cuadro n° 4).

Lo curioso en esta situación de inversión de objetos de estudio -razón cuerpo- es que mientras el sujeto formado en lo físico, lo motriz, lo corporal se desplaza hacia "la razón a tope", devora toda bibliografía que se le cruce por el camino intentando cubrir, lo que entiende o sospecha como carencias teóricas. Mientras tanto, el sujeto habitante en los racionalismos, le insiste en ver el cuerpo de la Educación Física y dejar la negación.

CUADRO N° 4. Fragmento en donde insistía con la razón, pertenece a septiembre de 1996. "Como sensación de disconformidad en relación con un marco teórico en Ciencias Sociales que nos falta desarrollar, que revalorice al profesor y a la profesión generando cierta autonomía del discurso y una presencia fuerte en el campo académico; sin embargo no sabemos cómo justificar una epistemología de la Educación Física, no sabemos defender lo que sospechamos como nuestro e intuimos que tiene que ver con la Educación Física. Falta teoría, falta sentarse a organizar todo esto a menos que se quiera un modelo de Educación Física centrado en el Deporte y las Ciencias Médicas aplicadas al Deporte, porque en este campo, si se ha avanzado por el olor a rigor científico que las Ciencias Médicas otorgan".

Una vez firmado el vínculo contractual entre socios, se inician los encuentros entre las partes. Los miembros buscan el lugar de comodidad para el diálogo, la intervención y la construcción compartida. Director y dirigido buscan la manera de acoplarse a las variables que configuran su realidad concreta con la que cuentan para echar a andar la obra: las formaciones de uno y otro, los tiempos de la investigación, el manejo del tema de investigación que tienen los actores. Al intentar formar un equipo de trabajo tienen un fin en común, en primera instancia borroso. A partir de allí, las intervenciones del Director van a estar condicionadas por el tema de investigación, si la formación disciplinar de una y otra parte no son coincidentes, el Director está forzado a leer nuevos autores, acercarse al campo profesional en donde se mueve su dirigido, pudiendo contar con la chance de derivar a colegas asesores, especialistas en subtemas. Es probable que su papel se instale desde la coherencia de la tesis y en el tratamiento teórico-metodológico de la misma. Esto nos muestra la riqueza de una relación social. Entre pares, aprende tanto el asesorado en tanto sujeto que se interna en una experiencia de investigación ajena a él como el asesor que actualiza sus recursos, técnicas, tácticas y estrategias para guiar de manera personalizada y precisa una tesis. El proyecto de investigación sobre algo que no se conoce lleva a reformular el rol de Director. Insisto en recalcar que toda relación social se construye de a dos y al hablar de una construcción me refiero a pactos entre partes que acuerdan llevar adelante un proceso compartido en la consecución de una tarea, en este caso un trabajo de investigación.

La alianza, en la relación muestra tensiones, conflicto y armonía, genera momentos de personalización y despersonalización, marca tiempos de compromiso mutuo y desatenciones recíprocas, fluctúa en dispersiones, acercamientos y distanciamientos. La relación de socios para un trabajo de investigación se reformula en forma incesante, durante la interacción. Así va cobrando fisonomía particular, según la calidad de la convivencia.

En esta relación importa la mirada del otro, de un gran otro que interpela no sólo con su lenguaje que pronuncia correcciones verbales y las escribe en el papel. La expresividad del gesto de asentimiento o desagrado comunica opiniones. Sus ademanes hablan con gestos, expresiones posturales, miradas que son determinantes en cada etapa de la maduración de la investigación; con estas señas entre las partes se aprueban y desaprueban opiniones, puntos de vista, ideas, propuestas. Aquí pone en juego la seguridad y la inseguridad de lo que se dice, hace y piensa durante cada encuentro. En momentos de dudas, inseguridades y confusión que se plantean cuando se deben optar por un camino en la intersección de varios, una mirada puede provocar la decisión entre múltiples destinos de la investigación.

La fundación de esta sociedad es una gran decisión, esta aleación de dos sujetos únicos por trayectoria biográfica van a imprimir una huella singular. La configuración de una situación particular a partir de los perfiles de los socios, condicionan los posteriores eventos del trayecto de investigación, los caminos se van perfilando hacia ciertos sectores de la investigación, por preferencias, formación, motivaciones. Las tendencias producen vuelcos hacia sectores que ofrecen un amplio abanico de posibilidades, tales como la etnografía, la historización, los relatos de vida, las entrevistas, las observaciones participantes, el estudio de caso.

Cuando se inician los encuentros con el Director, y se echa a rodar la tarea, comienzan a aparecer los primeros problemas. El asesorado arriba con ideas sueltas en torno a lo que se desea investigar: hay temas, conceptos, categorías, ideas sueltas desorganizadas en el "mundo interno" (Mead: 1990) del sujeto habitando en forma anárquica y que no terminan de organizarse con coherencia (Cuadro n° 5). El asesorado plantea su caos y el Director, en actitud de escucha, organiza planes de trabajos y diseños de investigación para empezar a definir en el papel, la manera de traducir este desorden conceptual.

Parecería ser que se posee el deseo de investigar, sin tener en claro qué se quiere investigar, o suele ocurrir que no se tiene la facilidad para expresar por escrito de manera clara la idea de lo que se quiere investigar. En tal sentido, ante estas inoperancias expresivas, el Director se espanta al ver los primeros ensayos de pruebas, los bocetos iniciales que se presentan con un ininteligible sincretismo. Luego sugiere escribir revisando en detalle, oración por oración, la forma de presentación escrita.

CUADRO N° 5. Fragmento de septiembre de 1996: "El debate modernidad y postmodernidad ha abierto el espacio para el replanteo desde la diversidad cultural, la hibridez, las plurietnias, las crisis de identidades, la ruptura de fronteras, la crisis de paradigmas, modelos y en esta explosión convulsiva.

Los profesores de Educación Física ¿quiénes son?, ¿quiénes fueron?, ¿para qué están?; creo que un trabajo de investigación sobre ellos, coadyuvaría a identificarlos, situarlos en el lugar que ocupan en este debate actual, reconstruyendo desde la historia constitutiva. Tarea de desvelamiento que intentaría recolocar el sentido de la profesión, los nexos relevantes con esferas de la realidad.

Buscar comprender la historia de los docentes para replantear los habitus, los nexos, la formación, el sentido y los sentidos sedimentados. Así empezar a construir una nueva historia que trascienda la rebeldía, el antilenguaje, la contracultura sin sentidos claros".

La redacción muestra los primeros escritos indescifrables, donde los párrafos están caracterizados por enredos compulsivos, difíciles de comprender. Se efectúan lecturas interpretativas de esta mezcla indiferenciada de significados, con la intención de captar el sentido o los sentidos para organizar los textos desarticulados. El director traza desde esas lecturas interpretativas, ancladas en el significante del escritor, ejes de lectura para que operen como hilos conductores de lo trabajado. Se agrupan ideas, se separan autores, se clasifican los conceptos, se jerarquizan las ideas en principales y secundarias. En este proceso se apunta a encontrar un orden racional. Se intenta establecer una reorganización trabajando con múltiples planos que convergen en una rearticulación de lo desorganizado. Así, el Director propone profundizar sobre temas para el próximo encuentro, da tareas de confección de redes conceptuales para la próxima cita, disecciona lo impertinente, busca desenredar una madeja de ideas, capta la superposición desarticulada de conceptos plasmados en mallas conceptuales eclécticas.

El asesorado hace el esfuerzo por entrar en la lógica de la investigación y en lo que toca al Director, clarifica sus planteamientos teórico-metodológicos, haciendo menos ambiguas sus consignas de trabajo. El entendimiento entre partes parece emerger. Sin embargo las entregas se mantienen lejos de las pretensiones del investigador; manifiestan algo distinto a lo pedido, las devoluciones son continuos "borrón y cuenta nueva", vuelta a empezar utilizando nuevas consignas, siendo una preocupación central el ruido de comunicación, el malentendido, el constante no entenderse. Se busca sintonizar códigos que despejen estos "obstáculos epistemológicos" y "epistemofílicos" con diversas variantes: redes conceptuales, lecturas de bibliografía específica, redacciones sentidas que terminan cayendo en la narración anecdótica (cuadro n° 6), ejercicios de preguntas de investigación, manuscritos hechos en un minuto de lo que se va a investigar, entrevistas a especialistas del campo específico de la Educación Física, ampliación del repertorio de conocimientos teórico-metodológicos con cursos extracurriculares.

Mientras todos estos conflictos acontecen y no se resuelven, la obra expresa todas sus complicaciones operativas y afecta en forma directa la planificación y el cronograma de actividades estipulado de antemano. Provoca retrasos, demoras, replanteos, autocríticas. Sobre la esfera de lo determinado a priori -como planificación de los tiempos para llegar a concretar el programa de trabajo- aparece la esfera de lo indeterminado -lo imponderable e impensable-, para imponerse con sus imprevistos y señalar los puntos no contemplados. Así acontecen preocupantes inconvenientes de ejecución.

CUADRO N° 6. Redacción sentida: "La insatisfacción por el lugar desvalorizado socialmente que tenemos asignado como docentes en el área Educación; desvalorización que en mi formación universitaria detecté desde algunos docentes argentinos de otras disciplinas aledañas. Creo yo parten de una imagen de los profesores de Educación Física que son para muchos ‘músculo y sonrisa’; queriendo decir que estamos para entrenar cuerpos, lograr hipertrofias e hiperplasias musculares y que además debemos estar con una risa de idiota, deambulando feliz por la vida, haciendo juegos estúpidos y canciones infantiles para hacer reír a la gente.

Así es como nos ven, cada encuentro con estos interlocutores significa una lucha por exponer justificativos y mostrar otra cara de esta profesión".

En el trabajo con el proyecto de tesis, el acopio de mayor cantidad de información confunde más, los manuales de investigación no dicen cómo hacer para sortear dificultades prácticas. La claridad sigue ausente, es el gran ausente a la cita, los caminos no se hallan. Los encuentros entre asesor y asesorado siguen sin resolver estos problemas, los ensayos siguen siendo defectuosos, no se encuentra el hilo conductor del relato.

Se experimenta un desgaste, un hartazgo, la relación genera angustia de la desorientación total, se habita en un caos infernal, se carece de brújula para guiar nuestras acciones. Se invierte mucho tiempo y esfuerzo para resolver un rompecabezas que nos desafía sin cesar, su constancia nos recuerda permanentemente el reto pendiente aún sin resolver.

Aumentan las horas de trabajo, se siente el sacrificio y no se concretan los frutos deseados, la práctica desalienta, provoca desgano, ciertos abandonos momentáneos del enfrentamiento con la computadora y los borradores tachados con marcaciones del Director. Tal como esos libros densos que los lectores sólo leen al inicio y suspenden a las pocas páginas por no entender nada, dejando las huellas del subrayado sólo en las hojas iniciales. La tesis genera estos "dolores de cabeza", estos enredos existenciales en una angustia que puede paralizar en forma momentánea.

La necesidad de una herida narcisista

En medio del desconcierto que vive el investigador, al no encontrar salidas aparecen las dudas sobre la cristalización del proyecto. Cuando se instala la desconfianza en la concreción del trabajo se desencadenan múltiples reacciones -parálisis ¿y ahora qué hago?, abandonos temporarios, cambios de actividades, tiempos de postergaciones, excusas, depósitos de culpa en el exterior siendo ese externo, un sujeto que nos preserva-. Es una suerte de evasión del problema y en esas huidas del epicentro problemático, los nuevos sitios de frecuentación pasan a ser las lecturas, la adscripción a los nuevos cursos, el acopio incontable de observaciones de campo, la "saturación" de entrevistas.

En este momento del recorrido, aparece una suerte de decepción y desencanto por el proyecto, se generan sensaciones angustiosas en relación con el tema que se pretende investigar. Cuando el trabajo no convence, fácilmente pasa a ser un tópico de poca importancia y adquiere una estrepitosa caída de su cotización, pasa a tener, en la propia apreciación, un minúsculo valor. Aquí se prueba la faceta dolorosa de la investigación, encarnada en la piel del investigador. Se empieza a captar a la investigación como una lucha sin tregua para encontrar pistas, sobreponiéndose a duras circunstancias anímicas, sin darse por vencido. Asumir el reto, afrontarlo sin pausas, retomar la escritura en la computadora, volviendo a leer las marcaciones punzantes del Director impresas en los borradores.

El tesista luego de armar un ensayo se siente satisfecho o al menos tiene gratas sensaciones sobre lo escrito. La exhibición del ensayo es interpelada por el Director -ese interlocutor que todo lo cuestiona y desaprueba- quien le provoca, no sólo el "hacer cambiar de parecer" al exponerle sus fisuras sino el "sentirse mal consigo mismo" haciéndole ver lo que él mismo ha escrito. Su afilada intervención, en una sutil estocada abre una profunda herida narcisista, lo obliga a salir del "enamoramiento de sí mismo" señalándole, con la misma espada con que lo lastimó, el espejo para que se mire a sí mismo. Sus discursos vierten críticas de fondo para que el sujeto salga de sí, se saque a sí mismo, fuerza el descentramiento, presiona para que deje de hablar para sí y se separe del monólogo autorreferente.

La crítica ácida, nos traslada a la superación de "la sordera cultural" (Geertz Clifford: 1996) a "la escucha", a romper la propia "resistencias al cambio" (Pichón Riviere: 1985), a despojarse de las escrituras petrificadas y definitivas, asumiendo una posición de corrección hasta las últimas consecuencias. Nos invita a posiciones relativizadas sujetas a refutaciones, siempre perfectibles y mejorables.

Es un trabajo que exige romper párrafos, con los que el sujeto estaba virtualmente atascado. Las sugerencias apuntan a separar lo que dice el autor -colocando esto a pie de página- de lo que es autoría del tesista, empezar a distinguir estas sutilezas (Cuadro n° 7). A ser crítico consigo mismo efectuando una "suspensión del juicio" o una demora en la opinión que atribuye valores y asevera sin pruebas o datos que demuestren esas afirmaciones taxativas. El manejo con afirmaciones en el vacío comprometen la credibilidad del autor, en tanto lo subrayado con contundencia, deja una estela de improvisación en chapuceros conceptos poco reflexionados que no tienen fundamentos o datos empíricos que lo sostengan (Cuadro n° 8).

CUADRO N° 7. Párrafo que no diferencia claramente lo que dice el tesista de lo que dice Bourdieu, es de octubre de 1996: "Lo determinante constituye entonces lo ya existente, lo dado, algo que fue construido con antelación al hecho ontológico del nacimiento de un hombre particular, antes de este suceso hay una historia precedente, con un pasado que va a hacerse presente actualizándose y actuando con profundo condicionamiento social y cultural, en relación a la modalidad en que el sujeto recién llegado al mundo va a integrarse y apropiarse de estas condiciones sociales, desde sus significaciones e interpretaciones de sus condiciones concretas de existencia, es decir su cotidianeidad. ‘Los condicionamientos aso ciados a una clase particular de condiciones de existencia producen habitus, sistema de disposiciones duraderas y transferibles, estructuras estructuradas predispuestas a funcionar como estructuras estructurantes, es decir como principios generadores y organizadores de las prácticas y representaciones’".

Al entrar en este juego corremos el riesgo de vernos impotentes, limitados y carentes de saber. A medida que se abren estas heridas, hay una apertura hacia las sugerencias del otro y en la escucha más atenta aumentan considerablemente las posibilidades de madurar y crecer desde la salida de los atascamientos. A partir de la internalización de una actitud para el diálogo a fondo, en profundidad, a conciencia; en una apertura al cuestionamiento permanente del Director podemos vivir la investigación en una relación frontal, "cara a cara" (Berger y Luckman: 1997) con un interlocutor de carne y hueso. Esta es una práctica que no se puede eludir, ni sustituir con estrategias virtuales, pues es necesario que nos involucremos como sujetos de cuerpo entero.

La citada y gastada "vigilancia epistemológica" (Bourdieu: 1995) no se hace en forma solitaria con un simple espejo, necesita de otro sujeto externo, que es el verdadero espejo. Tendríamos que redoblar el concepto y hacer una "vigilancia epistemológica" de la "vigilancia epistemológica" que medie el proceso para llegar a los análisis más sinceros y profundos del investigador. Ese espejo que devuelve la imagen distorsionada que no coincide con la autoimagen que tenemos formada.

CUADRO N° 8. En este fragmento podemos apreciar afirmaciones categóricas: "por el carácter ecléctico de la Educación Física, su curricula involucra otras áreas del conocimiento, aunque con menor valor académico: las Ciencias Psicopedagógicas (Educación Psicomotríz, Didáctica, etc.) y las Ciencias Sociales (Antropología, Sociología, etc.), que no dejan de ser pertinentes, pero que por su vastedad, complejizan la conceptualización e Identidad de la Educación Física como de los encargados de impartirla, en este caso los profesores de ella. Al intentar abarcar tanta diversidad, se incluyen en los programas de estudios, como síntesis muy básicas y generales, que se han de desarrollar en lapsos de tiempos muy acotados, estrategia que resulta peligrosa, ya que no se alcanza a profundizar en ninguna y luego se hace un uso imprudente del contenido de estas materias. Construyendo lecturas desde la apariencia de los significados, recortando las ideas y conceptos de una manera distorsionada, que redunda y deja la sensación en los discursos de poca elaboración, articulación y trabajo bibliográfico. En este sentido, no es casual que existan pocas publicaciones relacionadas con la investigación educativa de la Educación Física y sus agentes (Danza, Gimnasia, Deportes, etc.), que sirvan de sustento teórico, intelectual y bibliográfico, por lo tanto se naturaliza un lenguaje y uso informal de sus contenidos. Evidentemente por todo lo expuesto, aquí hay un espacio en donde no se ha incursionado aún, y no se han generado producciones o avances teóricas importantes; este es un lugar que considero de significativo valor, para comenzar a investigar, que resultaría muy fecundo ir construyendo un código intelectual ausente en la Educación Física, desarrollando campos de especificidad en lo cultural, lo social, lo político, etc.".

Considero importante acceder a este juego de los espejos con el otro, para reconocerse en un momento de inexperto novato, en un terreno por el que no ha transitado aún, en una posición de principiante que está en sus primeros pasos. Al reconocer lo difícil que es investigar y dimensionar el universo complejo en donde habita el investigador, no queda más remedio que acudir al asesoramiento del Director. La otra alternativa posible es vivirse como investigador o pronunciarse como investigador desde una posición de autodidacta cerrado en sí mismo que no admite miradas externas.

La herida al narciso del tesista, lo deja en falta consigo mismo, le enfatiza sus graves aunque sutiles errores, en los que está incurriendo una y otra vez, en una preocupante simulación. En su ficción de investigador, el narcisista mira pero no ve -cuando en su observación participante levanta registros de campo "escribiendo en el cuerpo del otro" (De Certeau: 1993) imponiendo su propia historia-; oye pero no escucha -cuando interpreta de manera distinta las consignas poniendo en evidencia que está en otra sintonía cuando el otro le reclama: "yo siento que no me escucha"-, lee pero no entiende -frente a sus ojos tiene las claves que está buscando y no las ve-. La captación de estas sutilezas para encontrar el lugar correcto en donde posicionarse, es lo que significa estar ubicado.

Asumir la ubicación precisa, es comprometerse humildemente y sacrificarse, sufrir la vulnerabilidad al ser criticado siendo perforado por esas críticas. Sólo así contamos con chances de entrar en el núcleo de la investigación, encarnada en nosotros mismos y por cuya complejidad nos vemos atravesados.

La inmersión en profundidad en la investigación

En las instancias previas, el sujeto solo caminaba por los márgenes de la investigación. Aún estaba lejos de las producciones y avances, merodeaba por la superficialidad de la investigación. La herida narcisista ha sido un evento crucial, no sólo provoca el estremecimiento, sino que su fuerza también empuja para saltar de los límites externos y sumergirse a bucear en las profundidades de la investigación, a meterse en el meollo del asunto y de esta manera ver desde dentro y no desde donde estaba antes.

Este cambio de ubicación en el terreno de la investigación, constituye para el investigador una traslación brutal por el espacio. El correrse de lugar y clavar su cuerpo en un fondo que antes no había tocado, lo coloca en un nuevo posicionamiento en el escenario. Con la adopción de esta posición, en una localización geográfica distinta a la que habitualmente estaba situado, se configuran distintas percepciones, valoraciones y apreciaciones del trabajo de investigación, desde este lugar el investigador logra enormes y significativos avances.

Al estar transitando por las profundidades de la investigación, el sujeto tiene al alcance de sus propias manos los elementos intervinientes en el armado de una tesis. Coloca al sujeto en una inmejorable posición para aprovechar las herramientas de trabajo que tiene a su alcance -los textos, las observaciones de campo, los borradores-, de esta forma puede palpar los datos, tantear formas de citar y ejercitar las formas de legitimar sus ideas con la voz de autores de renombre. Así ensaya, trasladando los universos de ideas de ciertos autores al tema de interés propuesto por el tesista y en la práctica de ese pasaje descubre las dificultades de confección para integrar o lograr una amalgama entre las teorías existentes y las prácticas relevadas sobre los temas escogidos.

En estos ensayos las complicaciones se manifiestan, en los defectuosos cruces entre los discursos retomados de un autor seleccionado con los discursos propios. El entrecruzamiento no logra una integración armónica y coherente, muestra fracturas que el lector ajeno a este proceso interpreta como una clásica escisión entre teoría y práctica, pues no encuentra las relaciones entre una cosa y otra o lo que tiene que ver un discurso con otro.

A partir de estas particiones, que dividen nuestros datos empíricos con los altos niveles de abstracción, se sugiere acortar las distancias entre estas partes desde las expresiones como "bajar a la práctica" todo lo enunciado con los recursos teóricos empleados. Nos lleva a entender presupuestos teóricos cruzando con la realidad que se quiere investigar, y sin más vueltas mudarnos con el objeto de estudio para vivirlo por dentro. Esto lleva a revisar las frases decorativas tomadas de ciertos autores tales como "ver desde dónde se ve lo que se ve" (Bourdieu: 1987) o "pensar lo que se hace y saber lo que se piensa" (Castoriadis: 1992) para replantear la viabilidad y pertinencia de estas frases en el contexto de la obra que se está creando (cuadro n° 9). En este replanteo de las inclusiones según lo que guarda relación y sirve para nuestras intenciones de búsqueda, se termina diseccionando un número más acotado de categorías teóricas y de esta forma no se arrastran textos completos de otros autores.

CUADRO N° 9. Aquí se representa una frase decorativa de Bourdieu. "¿Cómo hace representaciones de su mundo social el profesor de Educación Física?, ¿cuál es su mundo social? Y otro dato a contemplar es que la representación va a variar según el lugar espacial y temporal del significante, como su habitus, será importante tal como lo señala Bourdieu ‘ver desde dónde se ve lo que se ve’". (fragmento de noviembre de 1996)

En esta experimentación, el sujeto entra en un juego de prácticas nuevas, comete errores, sufre las imprudencias, arma y desarma párrafos, citas a pie de página y oraciones. Con estos tanteos sobre los materiales, el sujeto elige modalidades para citar a otros autores anoticiándose de las formas vigentes, diferenciando lo que es ético y lo que es plagio al ejecutar los procedimientos. Redacta con las opciones estratégicas favorables, legitima sus conceptos claves con la autoridad que irradian los autores de moda y descubre las lógicas de empleo que le son más convenientes a su estilo de búsqueda en el que se está formando. En la participación de este juego del investigar en el terreno de lo cualitativo, se comienza a sufrir el signo que la caracteriza, todas sus ambigüedades que abren a múltiples combinaciones. Los primeros trazos de la investigación, en sus formulaciones iniciales, llevan la ambición de abarcar lo inabarcable de acuerdo con los tiempos y recursos disponibles. Cuando se cae en la cuenta de esta situación, se empieza a ver como más conveniente para sacar adelante la investigación, recortar y precisar cada vez más en vez de abrir más ventanas posibles para explorar (Cuadro n° 10). El investigador, se da cuenta que debe tener una lógica selectiva de información, pues la misma desborda en una cantidad infinita e incontrolable, por lo tanto es imposible de abarcar, en este sentido por razones operativas resulta aconsejable tomar una muestra finita.

CUADRO N°10. Fragmento que muestra uno de las ventanas cerradas, un estudio al estilo Bourdieu: "Entonces por un lado habría que reconocer el campo de la Educación Física en México con sus subcampos. Entendiendo por campo según el esquema teórico de Bourdieu, un recorte analítico del espacio social, ver en ese campo: a- las luchas; b- los capitales en juego, c- la práctica común, d- interés illusio (vale la pena hacerse cargo) e- habitus que lo reconocen. Por otro lado ver a los agentes como juegan dentro del campo, toman posiciones, se relacionan entre ello, como luchan para mantener o mejorar esas posiciones y en esa situación de relación social, como construyen su identidad".

Este proceso, como puede vislumbrarse, se gesta en la vivencias de pruebas, las elaboraciones de ensayos, los incesantes tanteos experimentales, las ejercitaciones de recortes. Nos muestra el mundo de las prácticas donde se desenvuelve el oficio de investigar, con el empleo de sus herramientas específicas. Con esta amplia experimentación, haciendo uso de los materiales de investigación, en la acumulación de tantas horas de trabajo se siguen descubriendo y aprendiendo nuevos saberes. Tanto probar ejercicios, esta sobredimensión de variables intervinientes abre una visión panorámica más rica y compleja, hace ver al sujeto lo claro que es cuando habla y lo oscuro que es cuando eso mismo que enunció con su lenguaje oral, desea expresarlo por escrito (Cuadro n° 11). Lo hace encontrar entonces con severas dificultades de redacción, con limitaciones en la expresión escrita anoticiándose de esta forma, de los denominados correctores de estilo.

La experimentación en la cercanía, con la trama fina de la investigación, en la entrega de escritos al Director a modo de intentos, o aproximaciones al cuerpo de tesis que se busca lograr, hace descubrir la sutil pero importante diferencia entre escribir con lógica argumentativa y lógica narrativa. La primera está caracterizada por un predominio de la lógica fría y racional, con un conjunto de ideas ordenadas con total coherencia y prolijidad y estructurando partes que se enlazan una tras otra con sentidos claros y precisos que despejan todo tipo de ambigüedades. En este modelo de escritura hay un predominio de la epistemología positivista en la manera en que un párrafo se engarza con otro acotando el margen de interpretación. Este tipo de escritura respeta convenciones del campo de la investigación, en las formas de argumentar, citar, confeccionar las estructuras capitulares, ordenar las secuencias de datos empíricos. La ubica en un código específico accesible para la lógica que manejan los lectores instalados en este ámbito académico.

En la segunda prevalece lo hermenéutico, lo caliente y pasional, constituye algo así como un derivar con la pluma, es una invitación a la alianza con las ficciones de los pensamientos y sentimientos para expresar lo que devenga; es un navegar sin sentido, es estar en libertad discurriendo por un laberinto infinito de ideas, todas posibles de articular con la incertidumbre de los puertos finales, si es que estos existen. El ensayo no requiere una escritura accesible para todo público lector. Por ejemplo, por la manera de escribir de Deleuze, no creo que tenga preocupación por ser entendido por sus lectores.

CUADRO N° 11. La oscuridad antes mencionada: "El sujeto es con referencia a estas estructuras que lo señalan y lo significan en un orden biológico, el lenguaje, la ideología, el inconsciente, etc., estructuras que preceden al sujeto y que por lo tanto lo ubican como su efecto y no como su causa. Entonces resultan importantes no sólo los actos y cosas en las que se materializa el sujeto, es necesario establecer nexos con la historia en sus tres momentos temporales: pasado, presente y futuro. Trabajando no sólo desde lo que se ve, sino intentando alargar la mirada hacia una pluricausalidad estructural, ¿quién es el docente de Educación Física?, ¿por qué es como es? Es como es, pero caracterizado por una red de factores complejos interrelacionados, que en su configuración permanente; definen un sujeto, una situación, una realidad y una identidad. Si este proceso de estructuración se genera en estos términos, en el caso del profesor de Educación Física ¿cómo se va estructurando su identidad?".

Esa diferenciación es un dato a no perder de vista, puesto que las tesis de investigación poseen una estructura argumentativa (cuadro n° 12), más allá de los márgenes de libertad con los que el escritor pueda deslizar su pluma, dentro de cada estructura capitular que no debe estar ausente. Para no perder originalidad, el investigador tiene vía libre para irse del tema pero también tiene latente la consigna de volver a los andamiajes teóricos o a ciertos ejes temáticos que organicen un cuerpo y muestren un hilo conductor. Esto se refuerza aún más si consideramos que no se escribe para sí sino para otros muy puntuales -la comunidad de investigadores-, por lo tanto obliga a redoblar esfuerzos y a utilizar los códigos de comunicación escrita, inteligibles para la comunidad lectora.

CUADRO No. 12

Identidad profesional

Momento inicial

1. Identidad - alteridad

2. Espacio y tiempo

3. Permanencia y cambio

1. Debate institucional

1.1 Lo subversivo democrático - lo militar autoritario.

1.2 La inmersión - la toma de distancia.

1.3 La rebeldía, activo, plasticidad - la sumisión, pasivo, rigidez.

2. Debate cuerpo - razón

2.1 Lo intelectual teórico - lo corporal práctico.

2.2 Libre albedrío mental - disciplina y control del cuerpo

2.3 Lo irrenunciable - lo descartable.

3. Debate profesional

3.1 Territorio acolado - territorio sin marcas.

3.2 La creatividad y los automatismos.

3.3 La posesión de propiedad - el alquiler de propiedad.

La aclaración se desprende de las instancias en donde los sujetos demuestran tener todas las intenciones de concretar el trabajo de tesis y aún no han madurado estos aspectos concernientes a las lógicas de redacción. Se hace patente cuando se producen informes escritos o trabajos parciales que mezclan innumerable cantidad de categorías procedentes de múltiples marcos teóricos, se yuxtaponen frases propias sin discriminarlas de las frases ajenas, se contaminan concepciones incompatibles entre sí, se ubican las estructuras capitulares en lugares incorrectos, se confunden los lugares donde deben alojarse las preguntas, los registros del trabajo de campo, las metodologías y en este desorden hacen ininteligible lo presentado (cuadro n° 13).

CUADRO N° 13. Fragmento con superpoblación de categorías teóricas, las marcadas en negrita son las más visibles: "El profesor de Educación Física es un profesional del área que transita por múltiples y variados espacios sociales (formales, no formales e informales) y por lo tanto es portador y emergente de recortes parciales de microrrealidades, un sujeto social que desde esa socialidad que lo forma, informa sobre particularidades de las regiones por las que circula. La socialidad guarda relación con el ambiente social de donde salen los discursos, la socialidad primaria, los orígenes, los padres, los primeros amigos, la casa, el barrio".

El sujeto muestra en el plano de la escritura sus carencias expresivas. Cuando el sujeto ve este caos que él mismo ha producido, su forma rebuscada de escribir, los enredos que ha provocado, logra darse cuenta de la dispersión de ideas desarticuladas en un papel, de la desorganización que caracteriza a sus textos escritos; y no le queda más remedio que buscar la manera de ser más claro en sus planteamientos. Si este sujeto analiza lo que ha escrito, está forzado a destruir ese collage, desmenuzarlo en varias partes para darle un nuevo orden, esclarecer los sentidos de los párrafos. Es decir aclarar lo que quiso decir, la idea que quiso transmitir en particular y en el conjunto de párrafos en su articulación general. Es en definitiva comunicar con claridad y sentido el tema, los problemas y las ideas que se están armando. Esta urgencia por perfeccionar la comunicación escrita exige destruir y reconstruir los párrafos; establecer las diferencias entre problemáticas, paradigmas, concepciones, debates teóricos; reubicar en los lugares correctos las distintas estructuras capitulares; separar claramente los posicionamientos de los autores con los propios; efectuar un trabajo de remodelación de las categorías teóricas a utilizar; reajustar con precisión las estrategias metodológicas que se van a usar.

Esta actitud hacia la reestructuración de un caos, no aparece de manera súbita y repentina, sino que está precedida de todo un proceso de acercamiento hasta esta profundidad de la investigación, la lejanía sólo deja sospechas e imágenes borrosas de los sitios y personas a los que no podemos alcanzar a la distancia. En la proximidad logramos una mirada más afilada, podemos "darnos cuenta" de la presencia del otro no sólo con su cuerpo, también con lo que "quieren decir" sus correcciones, marcaciones y sugerencias para empezar a colocar las partes en los lugares pertinentes.

Lo que "quiere decir" el otro, sus intencionalidades se van captando sintonizando el dial en su frecuencia. A medida que se ejercitan distintas tareas teórico- metodológicas para clarificar lo oscuro, la onda sonora ofrece señales más claras: trabajos con redes y mapas conceptuales, tratamientos específicos de los autores, se seleccionan categorías teóricas de empleo, se trazan "núcleos problemáticos" (Díaz Barriga: 1995), se diagraman jerarquías y niveles, para experimentar con los datos empíricos.

Desenvolverse en este nivel profundo, vivir la interioridad durante períodos prolongados, lleva a captar las lógicas mediante constantes traducciones y en última instancia a internalizar ese idioma hasta hacerlo propio. Se encarnan las estructuras de la investigación en el cuerpo del investigador, éste internaliza sus partes, entiende los pasos en tanto los vive en carne propia, en la medida que se da cuenta de las marcaciones del otro haciendo lo que es denominado como click, insight o en lenguaje mexicano "me cayó el veinte".

En la navegación por un terreno desconocido, captura los códigos equivocándose un sinnúmero de veces. En esa experimentación de pruebas fallidas e intentos prácticos defectuosos se entiende internamente los pasos de una tesis, la secuencia, introducción, marco teórico, metodología, conclusiones; se apropia probándolas en ejecución, divisando sus errores y corrigiéndolos una y otra vez.

Lo interesante de estos intentos de construcción de las partes que conforman una tesis, es que como material novedoso para trabajar, es abordado a modo de manual de receta y aplicado en primera instancia como un molde ajustado al propio tema de investigación. El ensayo termina caracterizándose por la repetición de referencias, atándose a la imitación de un modelo, produciendo la rigidez en el uso de las estructuras capitulares que desencadena la enunciación de largas listas de preguntas y objetivos de investigación (cuadro 14). Muestra en esa reproducción de moldes una falta de audacia del escritor, una ausencia del sujeto, una represión de su subjetividad en aras de una objetividad ilusoria.

CUADRO N°14: 1. Objetivos generales: areconstruir desde la noción de habitus la identidad de los profesores de Educación Física que actualmente se encuentran laborando en México; b- reencontrar sujetos que dejaron Argentina y que buscaron otros horizontes, intentando encontrar qué dejaron en realidad; c- vincular el pasado con el presente, intentando ver qué nexos se establecen entre ambas temporalidades; d- construir historias de vida de estos sujetos, detectando procesos de unificación y distinción. 2. Preguntas de investigación: a- ¿quiénes son los profesores de Educación Física que están trabajando en México?; b- ¿por qué se fueron de Argentina en busca de otro país? ¿qué encontrarán y qué dejaron?; c- ¿cuáles son los procesos de unión y diferenciación que trastocan a estos sujetos?; d- ¿qué nexos se encuentran entre el pasado y el presente? (Fragmento de agosto de 1996)

El sujeto arriba al círculo académico de la investigación. Es un medio nuevo, allí experimenta buscando adaptarse, desea aprender a desenvolverse y ese proceso lo lleva a un aprendizaje a través de las equivocaciones y yerros en sus acciones. En este sentido son importantes las correcciones y marcaciones para una mejor adecuación del trabajo.

El trabajo muestra una sobredimensión de aspectos, un universo complejo en un terreno cuya extensión es inabarcable. La formación en la investigación ubica al investigador, como un humilde integrante o partícipe de su trayectoria biográfica por estas profundidades alternando con las superficies lejanas y tejiendo así sus propios aprendizajes que son "complejos" (Morin: 1995) y se configuran en forma personal con las marcas de un itinerario que él mismo ha producido.

Entre la profundidad y la superficialidad de la investigación existe un delgado umbral por el cual se puede entrar y salir sin darse cuenta o hacerse consciente de este proceso. No creo que se descubra esta profundidad y el sujeto pueda internarse de una vez y para siempre, por la sencilla razón de que los procesos de investigación no son lineales, no marcan puertas de acceso únicas sino que tienen sus enredos y desenredos producidos por la situación de exploración en un lugar desconocido.

Por suerte las fronteras son móviles, el terreno es infinito y cada cual es el interior de este vasto terreno que desborda de opciones puede construir sus propios y distintivos aprendizajes, tejidos sobre un desbordante número de accidentes geográficos.

Las encrucijadas del investigador

La investigación comienza a verse como un laberinto complejo, con pliegues internos que conducen a quien lo recorre a combinaciones infinitas por sus incontables intersticios -seguir con una opción metodológica, tomar ejes teóricos y dar de baja otros-. Los movimientos en el interior de este espacio de acción amplio, colocan al excursionista en permanentes y definitorias decisiones sobre el curso mismo de la trayectoria. He aquí las grandes encrucijadas, en los cruces de caminos en donde sólo se puede optar por uno de entre varios -cada camino constituye un tema de investigación aparte, y en ese cruce de senderos aparece la voz que dice: "Tu problema es que nunca te definís", ¿por dónde vas a seguir tu ruta de investigación?-; en esas decisiones claves de la partida se derivan los próximos acontecimientos, el sujeto se la juega haciendo sus apuestas a fichas específicas. Son momentos con dudas, vacilaciones en donde se perfila el corte de la investigación -el enfoque descriptivo, comprensivo-interpretativo, producción de nuevos insumos teóricos-. Son instancias que se optan por ofertas metodológicas (cuadro n° 15), se configuran marcos teóricos, se seleccionan categorías teóricas, se aborda un trabajo de campo entre otras difíciles decisiones.

CUADRO N° 15. Párrafo de la Tesis que define la opción metodológica: "Uno de los vehículos que se nos ofrece disponible para esta travesía son los relatos de vida, opción que se plantea como viable si consideramos la identidad en un recorrido histórico que articula tres momentos temporales -pasado, presente y futuro- susceptibles de ser reconstruidos, en especial los momentos iniciales.

Los relatos de vida, son relatos de experiencias pasadas hechos actos, materializados en sucesos ya ocurridos con antelación al momento actual, el sujeto que asume la posición de narrador nos cuenta esa experiencia que surge de su relación con el medio; por lo tanto la narración autobiográfica nos ofrece una alternativa válida para ver lo social desde lo individual".

En la investigación, se pueden apreciar un conjunto de partes que estructuran en su conjunto el cuerpo de una tesis. Esas partes, llamadas estructuras capitulares, son: introducción, construcción del problema, objeto de estudio, objetivos, hipótesis, metodología, etc. Es importante resaltar que la construcción del cuerpo de una tesis no lleva una secuencia ordenada de pasos uno tras otro, no se ordenan en forma natural, ni se concreta ejecutando en tiempo y forma con la planificación de plazos diagramada previamente. La construcción de esa tesis no se lleva a cabo transitando un único camino llano, despejado de inconvenientes.

La puesta en marcha de cada parte de la tesis carece de una señalización alertadora de posibles peligros. Al carecer de este tipo de avisos, la marcha genera contramarchas, avances y pasos en falso, rodeos, abandonos y vuelta a la casa, círculos viciosos que nos dejan nuevamente en el punto de partida para empezar de cero otra vez (cuadro n° 16). En este sentido, el logro de cada capítulo, que da forma a este cuerpo estructural, el acceso a esta organización, se logra desde infinitas combinaciones de caminos. Cada investigador despliega diferentes trayectorias, no hay caminos excluyentes, no hay pasos ordenados en la investigación, no hay planificación rigurosa que valga. Detrás de cada capítulo de tesis, se esconden múltiples y accidentados itinerarios en rutas de investigación recorridas.

CUADRO N° 16. En este fragmento de noviembre de 1996, donde maduraba la selección de una muestra migrante y la aplicación de los relatos de vida: "Trabajar este tema de investigación con profesores de Educación Física formados en Argentina, argentinos que actualmente residen en México, realizando sus labores profesionales en distintas tramas sociales, creo constituyen una muestra ávida de riqueza y potencialidad para la explicitación de la identidad por su pasaje de una cultura a otra, por el distanciamiento del lugar de origen en donde se apropiaron de un modo de ser, un habitus que a veces sólo se reconoce en la cotidianeidad de otro país, quién mejor que ellos para la explicitación de las vivencias contradictorias y no contradictorias de dos países distintos".

Cuando se agrupan las estructuras capitulares, se intenta ensamblar con justeza las piezas que conforman el cuerpo de una tesis, se desea enlazar los capítulos de tal forma que no queden compartimentos estancos. La tarea no es sencilla, pues en la medida que se incluyen nuevos capítulos y se los busca acoplar a los ya existentes, se producen ciertos desajustes entre todas las partes. Esto desencadena un proceso artesanal que obliga a reacomodar la ubicación y la articulación entre todas las piezas de un rompecabezas. En este sentido relativiza el poder iluminador del marco teórico, como estructura capitular central, desde donde se organiza todo lo restante y en consecuencia se cree tener resuelto el problema.

El investigador, al organizar el trabajo de investigación con la consigna de producir esta coherencia interna en el cuerpo de la tesis, entra en diversas encrucijadas. En todo momento debe tomar decisiones importantes. Se juega, en la formulación de una pregunta de investigación que condiciona sus búsquedas posteriores. Cuando hace su apuesta oficial por marcos epistémicos y autores, está definiendo su elección. Al echar mano y combinar creativamente categorías teóricas y producir "amalgamas" (Carrizales: 1994) que deben calzar con coherencia, está afirmando un camino y desestimando otros. Cuando en la mezcla hace aleaciones y en las conclusiones finales sustenta porque toma partido a favor de una opción metodológica -entrevista a profundidad, relatos de vida, historias de vida- y desestima las restantes.

Entonces el marco de esta acción, en la construcción de un cuerpo de tesis con la relación armónica entre cada estructura capitular y las decisiones definidas al interior de cada capítulo se gesta en el marco de la "incertidumbre" (Morin: 1995). La obra muestra un proceso de interminables ciclos de borradores corregidos que son trabajados como bocetos inacabados, en tanto con éstos se vuelve a empezar. La incertidumbre está referida a los desvíos, las desorientaciones, las falsas señales, los rumbos acertados y equivocados, los particulares accidentes con los que en suerte nos toca resolver.

El "tiempo vivido" en la investigación

Luego de la entrada del sujeto en las arenas de la investigación, y su posterior desenvolvimiento en su interior, podemos decir que algo ha pasado. Esta experiencia marca los trazos de una historia escrita con sus particulares aconteceres. En el transcurrir de esta historia particular, el sujeto toma posesión de un "capital cultural" (Bourdieu: 1987) nuevo. Esta apropiación es personal y subjetiva, está sostenida en la autoría de sus actos, en su construcción de realidad, desde donde significa su historia, narra su propia experiencia y lo hace a través de sus prácticas sociales.

En este marco, el hacer de las propias prácticas, el tiempo de la investigación, es un tiempo vivido y percibido subjetivamente. Es decir, está referido a cómo los sujetos se valen de diversas maneras de vivir una investigación o se viven como investigador. La percepción subjetiva hace aflorar una diversidad, cuestionando modelos de referencia a imitar, los únicos paradigmas a seguir y estilos idénticos entre sí. Además recalca de manera enfática las diferencias de enfoques interpretativos sobre los procesos de investigación, los requisitos para ser investigador o estar haciendo una investigación en las "arenas".

Esta suerte de relativismo, se manifiesta en las formas como se puede vivir - y de hecho viven- los sujetos una investigación. La considero necesaria contemplar, para no caer en juicios de valor, en donde se pinte una demarcación dilemática sobre lo verdadero y falso de la investigación o del investigador. A partir de aquí tomo partido por posiciones relativizadas, para señalar el lugar donde ubico mis reflexiones teórico metodológicas sobre mi tiempo vivido en la investigación.

En mi estadía por este terreno, si hago una rememoración en cuanto al tiempo de la investigación, recuerdo que antes de realizar el recorrido, lo imaginaba como un tiempo cronológico y planificado como una secuencia invariable de etapas constructivas -introducción, pregunta de investigación, objeto de estudio, marco teórico...- para arribar a un producto final de investigación. En el armado del trabajo, pude apreciar tiempos distintos a los sospechados en un principio. El ejercicio de una investigación, nos lleva a la reflexión y a pensar cómo resolver las distintas etapas constructivas de una obra. Al pensar en estos términos nos arrastra a los tiempos de la lentitud. Los ritmos lentos aparecen una y otra vez ante los emergentes imponderables no contemplados, y una accidentada geografía por la que se debe transitar, con gran ingenio para no seguir retrasando la obra.

Las demoras en la construcción de las distintas estructuras capitulares nos obligan a entender un doble juego. En primera instancia nos exige madurar internamente cada etapa; en el marco teórico seleccionar las categorías teóricas, aprender a usar una metodología de investigación probando la entrevista, ensayando las encuestas. Esto es levantar los cimientos y las partes de una obra poniéndose a trabajar con las propias manos. En segunda instancia no perder de vista los lazos de unión entre las estructuras capitulares, puliendo la redacción, afinando la expresión escrita, precisando los enunciados, definiendo ejes de lectura argumentativa, acotando el objeto de estudio.

Llevar a cabo este juego en su doble movimiento, significa vivir la investigación desde dentro, lo más adentro posible, sumergiéndonos en las profundidades de lo desconocido y allí explorar estos sitios que nos convocan; asumir esa invitación que nos hace nuestro objeto de estudio; concurrir a la cita en el mismo lugar de los hechos desmontando allí las lógicas distintas que deseamos aprender.

La investigación nos propone saltar de la platea al escenario y protagonizar las distintas escenas de una obra, en este sentido pone en tela de juicio la investigación por proyección e identificación con un manual de investigación o con la empatía con un investigador; estableciendo además la diferencia entre la contemplación de las ideas -propias o ajenas- y la puesta en acto de las mismas. Sus indicios nos alarman de que no se aprende a investigar leyendo procedimientos mecánicos de un manual ahistórico de investigación, ni tampoco siguiendo al pie de la letra las indicaciones de un recetario, que muchas veces son incompatibles a nuestros intereses y por lo tanto estériles para búsquedas singulares.

Nos pronuncia a viva voz que nos introduzcamos a vivir con total intensidad los momentos temporales asumiendo sus prácticas específicas -eludiendo las prácticas discursivas al estilo de la metateoría o la abstracción teórica extrema-. A partir de la ejecución de prácticas específicas de una investigación, podremos tener posesión de una trayectoria por las arenas de la investigación y podremos hablar con fundamento empírico de una historia. La historia gestada en la experiencia subjetiva que podrá ser calificada con múltiples adjetivos calificativos según las opiniones de los oyentes -insignificante, rica, interesante, aburrida- pero nadie le podrá quitar la validez que le amerita. La validez de ser contada como historia de investigación propia a la comunidad de investigadores. El investigador asume una posición de "interno", en carácter de interno que habla desde dentro del internado y con conocimiento de causa.

El conocimiento de causa lo da justamente los títulos que desarrollé más arriba, que se desprenden de un momento de reconstrucción de un proceso de dos años, en el permanente cara a cara con un Director de tesis, en las urgidas búsquedas de mediaciones entre los manuales de investigación y la investigación propiamente dicha, en los momentos ciclotímicos de la investigación donde se alternan momentos de encanto -y se transforma en una obsesión que relaciona el tema de investigación con cada situación de nuestra vida cotidiana- y desencanto -cuando se extravía el rumbo de la investigación-. El tema que se estudia, tiene una localización inestable. Habita en los miedos, las angustias que me llevaron a destinos inciertos, en el trabajo constante y permanente muchas veces productivo y otras no tanto, en la aparición de fantasmas -tales como llegar a escribir la cantidad de hojas que estipula una tesis- que por momentos nos hacen dudar de la concreción del proyecto, en el pánico a ser desaprobado en la defensa de la obra final, en la búsqueda de un equilibrio entre la pasión y la razón, en el encuentro con uno mismo dentro de este tipo de procesos.

Hacer una investigación tiene una desmesurada carestía, su presupuesto económico es elevado aunque vale la pena pagarlo para probar las emociones que nos depara, embriagarse de distintas sensaciones en su marcha, en donde oscilan la sensación de un tiempo eterno en los momentos duros y fugaz en los placenteros. No podemos dar recetas de cómo vivir la investigación -sería tan imprudente como decir los secretos para vivir la vida-, sólo podemos sugerir vivirla como práctica específica sin confundirla con otras prácticas como la simulación, sólo podemos aconsejar apropiarse de una novela fantástica e imposible de dejar pasar, a través de la experiencia, pues parece ser que a investigar se aprende investigando.

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1 De hecho, es una preocupación para las universidades el alto número de personas que terminan de cursar estudios de posgrado y adeudan el trabajo de tesis que, en la mayoría de los casos, no se cumplimenta. La entrada a los padrones de excelencia dependen de las producciones escritas con calidad. Por lo tanto, es más difícil de lo que el principiante sospecha o se imagina.

2 Por otra parte convoco a través de este medio al reporte escrito en torno a los procesos internos que aparecen en la elaboración previa, dimensiones muchas veces eludidas, postergadas de su documentación por temor a los cuestionamientos que puedan recibir sus procedimientos. En el mejor de los casos postergados para la última instancia de una tesis y a condición de que la obra este dotada de una gran solidez e impermeable a críticas externas.

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